La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, ha despedido este jueves al diputado de Compromís, Joan Baldoví, quien renuncia al acta tras doce años en el hemiciclo, y le ha manifestado, ante el aplauso en pie de la mayoría de los compañeros del hemiciclo, que «deja mucho cariño y mucho afecto». «Le aseguro que deja mucho cariño y mucho afecto en los diputados y diputadas y también en el personal de servicios de esta casa», ha dicho Batet tras la última intervención parlamentaria de Baldoví y antes de desearle «lo mejor» y de indicarle que deja «buenos recuerdos y buenos amigos» en el Congreso.
Baldoví, candidato de Compromís a presidir la Generalitat Valenciana, ha intervenido desde su escaño durante un debate sobre doce dictámenes procedentes de la Comisión de Asuntos Exteriores sobre convenios internacionales, pero únicamente para despedirse. Ha recordado que su primer discurso en el hemiciclo fue en 2011 durante la sesión de investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno y ha resaltado que el Congreso «ha cambiado mucho» desde entonces, porque ahora es «más plural, pero también más áspero y más bronco».
A continuación ha dado las gracias detenidamente a los ujieres, camareros, policías, letrados, personal de administración, de limpieza, de atención sanitaria, de informática, de servicios, de prensa y de la agencia de viajes, así como a todos los diputados de las últimas cinco legislaturas. Ha recalcado que «de todos» ha aprendido y a todos les pide disculpas si se han sentido ofendidos por su «vehemencia» al defender sus posturas, antes de subrayar que «ha sido un honor y un privilegio compartir escaño todos estos años».
Una hora antes intervino por penúltima vez para defender una enmienda al proyecto de ley de prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario, con una propuesta de cambio en defensa de una mejora en la regulación de la horchata valenciana. Baldoví ya se despidió de los periodistas el martes en la sala de prensa y señaló que estos últimos doce años ha podido aprender «cómo funciona el centro de poder» en España, lo que le será útil a partir de ahora en el Parlament valenciano, donde podrá practicar una «política de proximidad», la que más le gusta, porque está «enamorado» de su tierra.