El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha cifrado este jueves por primera vez en 700 hectáreas la superficie que se vería beneficiada por la ampliación de suelos de regadío en el entorno de Doñana, que necesitarían 4 hm³ al año, lo que ha comparado con las 122.000 hectáreas que tiene el Parque Nacional. La polémica por la proposición de ley para ampliar los suelos que den derecho a agua superficial junto a Doñana ha vuelto a protagonizar gran parte de la sesión de control en el Parlamento, en la que el presidente ha hecho una nueva defensa férrea de la iniciativa.
«700 hectáreas no ponen en riesgo un parque de 122.000 hectáreas a 30 kilómetros», ha afirmado. Moreno ha subrayado que la iniciativa certifica la prohibición expresa de extraer agua del acuífero, ha lamentado los posicionamientos en contra «claramente ideológicos, que no son racionales» y ha asegurado que no tienen miedo, «en absoluto», porque llevaban el compromiso en su programa electoral y este ha sido refrendado por los ciudadanos dos veces en un año.
Por Andalucía y Adelante han sido muy críticos con la medida y han urgido a Moreno a retirarla, mientras que el líder del PSOE-A, Juan Espadas, no ha hablado de este asunto, aunque Moreno sí le ha afeado a él que no reaccionara cuando el presidente, Pedro Sánchez, ha «avalado» el boicot a la fresa. Moreno se ha referido a PSOE y Por Andalucía como «los partidos progubernamentales» que, con el apoyo de Adelante, hicieron «una campaña politizando y faltando a la verdad» sobre la iniciativa.
«¿Dónde está el miedo, me han visto esconderme? ¿Han visto que la hayamos metido debajo de la mesa?», ha cuestionado Moreno. Ha preguntado también si quieren que Doñana «se seque y que encima se mueran de hambre los trabajadores» y ha sido muy duro con el posicionamiento del Gobierno central en esta materia.
El presidente andaluz considera que han sido «vilmente atacados» por el Ejecutivo central «con una ensalada de insultos» impropia de otra administración y con la falta de diálogo, sin que se haya hecho «alguna propuesta seria, rigurosa y con sentido» para que se plantee una solución que mejore la que se está tramitando. En ese sentido, el Gobierno andaluz asegura que tiene las puertas abiertas para dialogar con el Ejecutivo central y buscar una solución.
Moreno ha lamentado el «daño reputacional» a la imagen de Andalucía, de Doñana y al sector agrícola: «Jugar con Doñana trae esas consecuencias, lo siguiente puede ser el turismo cuando empiecen a hablar de Matalascañas». Moreno ha acusado al PSOE de Andalucía de «plegarse» a los intereses de Sánchez, a pesar de la «contestación» ciudadana que se ha producido en las elecciones, y ha criticado que Espadas no diga «ni una palabra» cuando el presidente «ha avalado un boicot a los frutos rojos».
La portavoz de Por Andalucía, Inma Nieto, ha dicho que intentará que se paralice la tramitación de la proposición de ley hasta que pasen las generales y que después la retiren «de manera definitiva». Ha expuesto a Moreno que sería «una decisión acertada y valiente» porque él tiene «la responsabilidad y la culpa absoluta» por su «obcecación» con la iniciativa.
El portavoz de Adelante, José Ignacio García, ha acusado a Moreno de tener «miedo» y por eso necesita «callar las voces de los demás» en la tramitación parlamentaria, por lo que le ha pedido que recobre «el sentido común» y retire la ley.
El líder de los socialistas andaluces, Juan Espadas, no ha aludido a Doñana en su intervención y ha denunciado las «provocaciones e insultos» al PSOE por parte de Moreno y de Vox y, siguiendo con el calificativo anterior del presidente andaluz, ha cuestionado si el PP es un partido «antigubernamental». Espadas considera que a Moreno le ciega «el mantra del antisanchismo pepero» y ha defendido la gestión de Pedro Sánchez, con su incremento de la inversión en Andalucía y las medidas sociales del Gobierno.
Moreno ha señalado que Espadas es «el único» de los barones socialistas que se han manifestado que sigue manteniendo «su defensa a ultranza» de Sánchez, por lo que le ha reconocido con ironía esa «lealtad». En la sesión de control parlamentaria ningún partido ha preguntado a Moreno sobre los pactos del PP con Vox en algunas comunidades. Fuentes del Ejecutivo andaluz señalan que es una cuestión que atañe a cada territorio, como ocurrió en Andalucía, y el propio presidente ha dicho a los periodistas que hay que respetar «la singularidad» de cada sitio.