España va recuperando las coberturas vacunales infantiles que se vieron algo resentidas por la pandemia y el año pasado superaron el 97 %, mientras que las tasas de los adultos, que en su caso se incrementaron con la covid-19, han mantenido la tendencia decreciente que iniciaron en 2021. Son los datos que ha ofrecido Aurora Limia, jefa de Área de vacunación del Ministerio de Sanidad, durante la reunión de alto nivel «Reforzar la inmunización a lo largo de toda la vida», celebrada este martes en el marco de la Presidencia Española de la UE y que ha congregado a técnicos y autoridades de los estados miembro que han compartido sus experiencias sobre vacunación.
De acuerdo con las cifras, aún provisionales, relativas a 2022, destaca sobre todo el aumento de coberturas con las dos primeras dosis (primovacunación) de vacuna hexavalente (poliomielitis (VPI), difteria, tétanos y tosferina (DTPa), 'Haemophilus influenzae' tipo b (Hib) y hepatitis B (HB)-, que superan el 97 %, mientras que la de refuerzo ronda el 93 %.
En adolescentes también «hay muy buena cobertura» de más del 87 % para las tres vacunas que se administran en este grupo (tétanos y difteria Td, meningococos Men ACWY y Virus de Papiloma Humano VPH en mujeres). La de la triple vírica se sitúa en el 96,1 % con la primera dosis, pero con la segunda no se alcanza el objetivo del 95 % y se quedó en el 92,67 %.
En el adulto, las coberturas de vacunación frente a tosferina (dTpa) en embarazadas se mantuvieron altas (86,26 %), pero la de la gripe fue del 53,41 %. Precisamente la de la gripe, sobre la que la covid-19 tuvo un impacto positivo, bajó en todos los grupos de población respecto a un año antes, aunque sin llegar a los datos prepandemia; el porcentaje más bajo se dio en el grupo de 60-64 (36,26 %) y el más alto en los mayores de 75 (67,32 %).
Una recuperación que ha celebrado el ministro de Sanidad, José Miñones: «Es algo que nos llena de esperanza. España cuenta con un sistema de salud pública avanzado y también con una cultura de vacunación muy extendida entre la ciudadanía», ha enfatizado. En este sentido, ha alabado que la península ibérica «sea la locomotora» de la vacunación anticovid, de la que ha querido resaltar, no obstante, que «pese a los avances, se sigue cobrando vidas y nos urge, por lo tanto, redoblar esfuerzos para no dejar a nadie atrás». Con todo, el ministro ha hecho un llamamiento a los socios europeos a «seguir priorizando la mejora de los calendarios de vacunación» para conseguir un acceso de calidad. Y para ello es necesario implementar «calendarios homogéneos que se actualicen de manera continuada y que nos permitan seguir respondiendo a nuevas amenazas derivadas y también a las realidades globales asociadas a factores como la movilidad o el cambio climático», ha concluido.