El Gobierno aplicará todos los mecanismos necesarios para defender los intereses de Telefónica, por su condición de empresa estratégica para el país, de la que el gigante saudí STC Group se ha convertido en su principal accionista tras una operación que ha caído por sorpresa en la multinacional española. Se trata de la principal inversión de Arabia Saudí en una empresa española y una de las más importantes de un país de Oriente Medio en una compañía del IBEX 35, solo comparable a la de Iberdrola por parte del fondo soberano qatarí Qatar Investment Authority (QIA), que se convirtió en su accionista más relevante con el 8,70 % de la compañía. Tras esta operación, Telefónica ha cerrado la sesión en bolsa con una subida del 0,27 %, hasta los 3,76 euros por acción, en una jornada en la que el mercado español ha caído un 0,83 %, su sexta sesión consecutiva a la baja.
Después de que este martes se conociera la compra del 9,9 % de Telefónica por parte de la compañía saudí, la lluvia de reacciones no se han hecho esperar, entre ellas la de la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, que ha asegurado que el Gobierno aplicará todos los mecanismos necesarios para defender los intereses de España, ya que Telefónica es una empresa estratégica para el país. Calviño ha asegurado que el Gobierno se había enterado el mismo martes de esta operación, que cayó por sorpresa en Telefónica, donde conocieron de esta compra momentos antes de que STC Group se lo anunciara a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Pallete y Vila, rumbo a Arabia Saudí
Este miércoles, el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, acompañado del consejero delegado, Ángel Vilá, han viajado a Arabia Saudí para conocer más detalles de una «aproximación» del gigante de telecomunicaciones que Telefónica ha interpretado como «amistosa» a juzgar por lo que anunciado por la compañía. En una nota de prensa, STC Group ha desvelado que no tenía intención de adquirir el control de Telefónica y que esta inversión suponía una muestra de confianza en el equipo directivo, en su estrategia y en su capacidad para crear valor. No ha transcendido si este grupo busca un asiento en el consejo de administración, algo que no ha descartado pero que es «prematuro» aventurar, según han informado a EFE fuentes del operador saudí.
STC Group pedirá autorización a Defensa
Esta compra requiere el visto bueno del Ministerio de Defensa y, conforme a ello, STC Group le pedirá «en los próximos días» autorización para esta adquisición, valorada en 2.100 millones de euros. La inversión se ha ejecutado mediante la compra de acciones por un 4,9 % del capital, y la de instrumentos financieros por el 5 % restante. La idea es obtener los derechos de voto correspondientes a ese 5 % del capital social mediante la liquidación física de estas acciones tras la obtención de las autorizaciones regulatorias necesarias, según la compañía saudí. Según la ley de inversiones extranjeras, estas compañías deberán pedir autorización en el caso de adquisiciones que superen el 5 % del capital si se trata de empresas relacionadas con actividades en defensa nacional. Telefónica ofrece servicios de telecomunicaciones a Defensa y, por tanto, es un sector crítico para la defensa nacional, según han explicado a EFE fuentes del mercado.
Según el real decreto, una vez solicitada autorización al Ministerio de Defensa, será el Consejo de Ministros el que resuelva, salvo en aquellos casos en que la inversión, «por su naturaleza, características o importe» no afecte a los intereses esenciales de la defensa. En este último caso podría ser autorizada por la persona titular de la Dirección General de Armamento y Material, previo informe de la Junta de Inversiones Exteriores. El plazo máximo de Defensa o del Consejo de Ministros para resolver la solicitud y notificar la resolución al interesado será de tres meses. Por su parte, los sindicatos se muestran cautelosos aunque transmiten tranquilidad. El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha asegurado que al sindicato, mayoritario en Telefónica, no le provoca incertidumbre alguna la entrada de la compañía saudí en el accionariado de la multinacional española, mientras que desde CCOO se ha pedido «cautela y responsabilidad».