El coordinador general de IU y ministro de Consumo en funciones, Alberto Garzón, ha anunciado este viernes en una carta dirigida a la militancia que deja la dirección de su partido y la primera línea de la política, según han asegurado a EFE fuentes de la organización. «Ahora la política española pasa a una nueva fase, con un nuevo Gobierno y con muchos retos que abordar», señala en la misiva Garzón, quien ya no concurrió en la lista de Sumar a las elecciones del pasado 23 de julio.
Garzón asegura que quiere completar el paso al lado que anunció el pasado mes de junio y no solo ceder el testigo dentro del Consejo de Ministros, sino también su responsabilidad como coordinar general de IU. «Se trata de una decisión muy meditada» y que formaba parte de la hoja de ruta que personalmente asumí hace tiempo. «He esperado a este momento para sincronizar mi decisión final con el cambio de fase política», afirma. Explica que estos meses ha seguido al frente de Consumo y de IU porque »teníamos por delante unas difíciles elecciones generales« y era su »responsabilidad« continuar dedicando su energía »a lograr el mejor resultado posible para Sumar y para volver a constituir un gobierno de coalición progresista".
«A pesar de las dificultades, finalmente lo hemos logrado», apunta Garzón, quien traslada su «agradecimiento más absoluto» a todas las personas que le han acompañado estos años. «Seguro que saben que yo no hubiera podido abordar mis tareas sin su abrigo y cariño. Son también muchas las experiencias que he vivido en este tiempo, y espero haber contribuido al menos modestamente a mejorar la vida de las familias trabajadoras de nuestro país», asegura.
Garzón recalca que ha sido «un gran honor poder representar a una organización como IU», a la que se afilió con 18 años, una decisión que tomó empujado por el ejemplo de quienes estaban luchando contra la burbuja inmobiliaria. Repasa además su trayectoria desde que asumió la coordinación general, cargo que -destaca- ocupó también Julio Anguita. «Ser coordinador vino de manera atropellada y, antes de eso, ya había asumido la responsabilidad de presentarme a unas elecciones generales que muchos hubieran querido que fueran las últimas para IU», escribe Garzón, que reconoce haber «visto el abismo muchas veces durante todos estos largos e intensos años».
Considera que «sin las movilizaciones del 15-M y sin la ruptura del tradicional sistema de partidos en 2014, las cosas hubieran sido muy distintas» porque «aquellos acontecimientos pusieron a IU en un inmenso aprieto» y, pese a todo, asegura que «la situación hoy dista mucho de parecerse a la de hace diez años». «Nuestra nave está prácticamente reparada y sigue navegando con soltura siguiendo la brújula que apunta al socialismo. IU está hoy no solo consolidada, sino que es una fuerza con un capital político imprescindible para el futuro de este país», recalca.
Señala como un objetivo de estos años haber buscado siempre preservar la paz interna porque IU «había vivido en su historia demasiadas disputas fratricidas», y confía en que incluso aquellos que nunca han votado favorablemente sus posiciones políticas «puedan al menos compartir este punto». «No obstante, no puedo dejar de reconocer que sé que he cometido errores. Algunos de ellos los conozco ya, pues he tenido tiempo para meditarlos, pero otros probablemente los descubriré con el paso del tiempo. Solo espero que sean muchos más los aciertos y que el saldo final permita a la militancia reconocer una contribución positiva de mi paso por la coordinación», afirma. Sobre los costes que ha sufrido, reconoce que estos años ha visto «lo mejor y lo peor de la política» y que ambas cosas le «han atravesado implacablemente». «He empleado demasiado tiempo en tratar con gentes que no cuidan a sus semejantes y para los cuales la política es solo una forma de aplastar al que piensa diferente», añade.
Por último, muestra su satisfacción por dar este paso y poder dedicar más tiempo a cuidar a su familia y a sus hijas. «Ellas han sufrido más que nadie mis desasosiegos y penas, mis ausencias continuadas y mi irritabilidad estacional», concluye Garzón, que añade que intentará, «con tantas herramientas como pueda, seguir contribuyendo a construir una sociedad ecosocialista; el único freno viable y democrático ante el avance de la barbarie y la destrucción ambiental»