Nuevos recursos ante el Tribunal Constitucional. Más protestas contra Pedro Sánchez en las calles. Movilización de los barones para exigir que se convoque la Conferencia de Presidentes. La defensa de la ilegalización de partidos políticos por conductas delictivas. Iniciativas parlamentarias para salvar medidas anticrisis antes de que lo hiciera Junts... Todo ello en menos de cinco días. El PP arranca el 2024 redoblando su ofensiva política con la presión electoral de telón de fondo.
Tras el paso del Día de Reyes, los populares han pasado de la crisis de los pellets a la euforia del que iba a ser el primer fracaso de la legislatura, para después quedarse en shock por las últimas cesiones de PSOE a Junts a cambio de salvar sus decretos. La dirección nacional se ha retirado en los últimos días a Toledo a analizar la situación y a trabajar en su nueva estrategia que, como avanzó Alberto Núñez Feijóo, será "una ofensiva política, jurídica y social sin cuartel y sin descanso contra la extorsión a la que somete Sánchez a la nación".
Feijóo estrenó el año político con un desayuno informativo protagonizado por el candidato a reeditar la Xunta de Galicia. Alfonso Rueda optó por la prudencia a la hora de no pedir el lunes elevar el nivel de alerta por la marea de pellets hasta conocer más información, pero pecó de lo contrario al negar que las bolitas de plástico pudieran ser tóxicas. Los análisis siguen su curso y la izquierda ve la campaña hecha, como reconocen en el partido. No obstante, hay voces populares con experiencia en ellas que avisan al PSOE que están "forzando mucho" al intentar culpar a la Xunta de un vertido en las costas portuguesas y que, al final, "la tajada política se vuelve contra ti". Otros advierten de que la campaña puede dar otro vuelco en el momento en que afecte a la fauna, es decir, que "muera un pez".
En todo caso, forma parte de una estrategia. La mayoría de encuestas mantienen al PP en la Xunta... como también lo hacían en la campaña del 23-J. Precisamente por este antecedente, el PP que creyó tocar la Moncloa con los dedos contiene ahora las expectativas. "A los gallegos hay que ponerles al límite; decirles que pueden quedarse a un escaño de la absoluta como ocurrió con Manuel Fraga", sugiere otro barón territorial. Feijóo les pidió a todos ellos que se vuelquen en el candidato gallego. No obstante, él es el primero que se ausentará de la cita que tiene Rueda con todos los barones este domingo para evitar -dice su equipo- "opacar y quitar foco" al presidente autonómico y candidato.
Con la presión de las elecciones y la crisis medioambiental como telón de fondo, los populares encaran el 2024 como cerraron el año anterior: pidiendo el apoyo al votante descontento con Sánchez, sacándoles a la calle para protestar una vez más por sus pactos con el independentismo, y, esta vez, redoblando su ofensiva parlamentaria y judicial. Así lo demostraron a lo largo de la semana. El mismo lunes, el PP anunció que presentaría iniciativas para salvar medidas anticrisis en el caso de que el decreto del Gobierno no prosperase. Pusieron la tirita antes de la herida, ya que el decreto acabaría aprobándose por las nuevas cesiones a Junts. No obstante, los populares demostraron que van a por todas.
Al día siguiente, más de lo mismo. Antes incluso de conocer si saldrían adelante los decretos, la dirección nacional ya analizaba qué partes de estos podrían llevar hasta el Tribunal Constitucional. Tras conocer los resultados, ya hablaban de que también analizarían la legalidad de los pactos recién anunciados por Junts. El mismo jueves, Feijóo dio una rueda de prensa, una práctica poco habitual que únicamente ha hecho en circunstancias clave. Con ello, dio el mensaje de que la oposición es "más necesaria que nunca" y que la distancia entre PSOE y PP se ha "acrecentado" en los últimos meses.