España, junto a Francia y Portugal, encabeza la lista de absentismo laboral por incapacidad temporal entre los países de la Unión Europea (UE), con una tasa del 4,1 % en 2023 creciente en la última década y de forma acelerada por la COVID-19. El impacto económico que tienen las prestaciones por baja por IT supone un 1,4 % del PIB de España (más de 17.000 millones de euros), según los últimos datos de 2021 procedentes de Eurostat, un porcentaje que se sitúa por encima de la media de la UE (1,2 %) y representa un crecimiento de 0,6 puntos respecto a 2014.
Así lo recoge un estudio socioeconómico sobre la evolución de la IT y la siniestralidad elaborado por Umivale Activa en colaboración con el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie). Aunque el porcentaje de ocupados que se ausenta por accidente, enfermedad o incapacidad temporal de su puesto de trabajo ha aumentado en todas las comunidades autónomas, las diferencias regionales son acusadas. País Vasco, Galicia, Asturias y Cantabria encabezan el listado, con una tasa por encima del 5 %, mientras que Madrid, Baleares y Aragón se sitúan al final, en torno al 3 %.
La Comunitat Valenciana se sitúa en la media nacional, con un peso de las ausencias laborales por IT del 4 % y un incremento respecto a 2007 de 0,9 puntos porcentuales. Son múltiples los factores que inciden en la IT, como las condiciones de trabajo, la cultura de las empresas y las políticas y prácticas de recursos humanos, pero también factores externos al trabajo como la situación familiar o el contexto social y cultural. También son importantes los factores relacionados con el sistema de salud, la legislación o incluso los procesos judiciales.