El secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, ha explicado este lunes que los nuevos espacios en los que se prohibirá fumar y vapear serán definidos en la futura reforma de la ley antitabaco, aunque «pueden estar sobre la mesa» algunos como las terrazas o las marquesinas. Así ha respondido Padilla a los medios al ser preguntado por el «Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo (PIT) 2024-2027» que servirá de base a la futura legislación y que el Ministerio piensa presentar a las comunidades el próximo jueves en la Comisión de Salud Pública para su aprobación.
Según el borrador preliminar del plan, al que ha tenido acceso Efe, Sanidad aboga por la ampliación legislativa de los espacios sin humo de tabaco y sin aerosoles de cigarrillos electrónicos y productos relacionados como los vapeadores en «determinados ambientes comunitarios y sociales al aire libre y en ciertos espacios del ámbito privado, especialmente aquellos con presencia de menores».
En estos espacios privados, especifica, hay que «hacer hincapié en la concienciación sobre fumar en espacios privados cuando se convive con alguien más (tanto en el hogar, coche etc.) y especialmente en el caso de niños y niñas y personas con problemas de salud».
«La especificación concreta de cuáles son los espacios de humo tendrá que recogerse en la reforma legislativa, no en el plan integral», ha dicho el número dos de Sanidad, que ha avanzado, no obstante, que «hay unos cuantos que pueden estar encima de la mesa, como puede ser los ya conocidos, como por ejemplo las terrazas de los bares o las marquesinas del transporte público».
Pero habrá que ver «lo que se está haciendo en otros países y ver lo que se podría hacer aquí. La concreción ya se desarrollará en el texto legislativo». Sobre el aumento del coste del tabaco mediante el incremento del gravamen que también contempla el plan, Padilla ha subrayado que «los impuestos actuales son muy mejorables», pero que con esto «hay que ser muy consciente de que toda medida relacionada con impuestos es competencia única y exclusiva del Ministerio de Hacienda».
Y el departamento que dirige María Jesús Montero encontrará la mano de Sanidad «no solamente para utilizar la política fiscal como una herramienta para mejorar la salud de la población, sino además hacerlo técnicamente de mejor manera». Para Sanidad, subir el precio de la cajetilla es fundamental para «salir de esta anomalía en la cual España tiene unos precios anómalamente bajos» y es «una medida de probada eficacia para la disminución del tabaquismo, para disminuir la mortalidad, los ingresos y la carga de enfermedad derivada».