El expresidente de la Generalitat y candidato de Junts a las elecciones catalanas, Carles Puigdemont, ha defendido este domingo el derecho a voto, que él no puede ejercer desde 2017, y ha confiado en que sean las últimas elecciones que él y otros dirigentes independentistas pasan en el extranjero. Puigdemont ha hecho declaraciones a los periodistas este domingo por la mañana desde el castillo de La Roca d'Albera, en Laroque-des-Albères (Francia), «donde se ve esta montaña mítica del Canigó pero también se ve el Mediterráneo».
Ha afirmado que el derecho al voto no es un derecho porque esté en la Constitución sino porque el votante es un ciudadano: «Los derechos no vienen garantizados sólo porque están escritos en una ley, sino porque se practican». También ha dicho que hoy es un día importante para ejercerlo en Catalunya, y ha respondido sobre si él no ha podido hacerlo: «Desde diciembre del 17 que yo no puedo votar».
Al preguntársele por su regreso del extranjero, ha respondido que espera que sean sus últimos comicios fuera: «Esperemos que sea la última jornada de muchos exilios». «Es hora de volver a casa y estoy convencido de que será así porque la ley de la amnistía lo prevé», ha añadido.
También ha mostrado su apoyo a los usuarios de tren por el «caos» del servicio de Rodalies de este domingo por la mañana, que está afectado de manera generalizada por un robo de cobre, y ha recordado que el tren puede ser un medio de transporte de ciudadanos para ir a votar. Sobre si está nervioso en estos comicios, ha contestado que está sereno ante la jornada electoral después de una campaña que ha califidado de muy meritoria por el trabajo de Junts.