El Obispado de Plasencia (Cáceres) ha hecho público un comunicado en el que lamenta «el escándalo y la confusión que ha generado» la bendición de una pareja gay en una parroquia de la localidad cacereña de Miajadas el pasado fin de semana. El Obispado hace hincapié en que «en ningún momento se trató de una boda, ni hubo intención expresa de simular sacramento».
Afirma, no obstante, que «las formas contravinieron claramente lo dispuesto por la Declaración del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, Fiducia supplicans, algo que no podemos aprobar».
«Lamentamos, profundamente, el escándalo y la confusión que la aplicación incorrecta de la Declaración ha generado y puede generar», apunta en su escrito el Obispado de la capital del Jerte. De igual forma, señala que «desde el momento en que se obtuvo noticia de los hechos, se adoptaron las medidas canónicas pertinentes».
Con esto -aclara- no niega «el valor de estas bendiciones, tal como ha reconocido la Iglesia en la citada instrucción», mas afirman «la obligatoriedad de que se realicen en el contexto y forma marcados por ella».