El rey emérito Juan Carlos I no ha navegado este miércoles con el Bribón de Sanxenxo (Pontevedra), pero sí ha salido de la casa de su anfitrión, Pedro Campos, para acudir a una marisquería de a vecina localidad de O Grove. Tras haber llegado a Galicia el martes a última hora de la tarde, el ex jefe del Estado pasó la mañana en la casa de su anfitrión, Pedro Campos, y ambos la dejaron al mediodía para desplazarse hasta O Grove, a unos 15 kilómetros de distancia.
La comida del emérito se alargó más de tres horas y media. Al salir del local, el monarca, que vestía pantalón gris, camisa azul clara y americana en un tono más oscuro, con una banderita española en la solapa, se despidió del propietario, Berto Domínguez, muy sonriente y con un abrazo. Después, apoyado en un bastón, se subió al coche de Campos para coger de nuevo dirección a Sanxenxo.
El D'Berto, que abrió en 1989, cuenta con dos soles de la Guía Repsol y es uno de los locales a los que ya había acudido el rey Juan Carlos en anteriores visitas a Galicia. El emérito afronta estos días su cuarta visita de este año a España, la undécima desde que fijó su residencia en Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos) en 2020.
Esta vez, inició su viaje desde Ginebra, donde reside la infanta Cristina, y su vuelo privado hizo parada en Vitoria, donde saludó brevemente, a pie de pista, a su hijo, el rey Felipe VI, cuyo avión también aterrizó en Foronda porque no pudo hacerlo en el aeropuerto de San Sebastián.
Después de pasar una revisión médica en la clínica privada del doctor Eduardo Anitua en el País Vasco, el emérito se subió nuevamente a su jet para dirigirse a Santiago de Compostela y, desde allí, trasladarse por carretera hasta la residencia de su amigo Pedro Campos, presidente del Real Club Náutico de Sanxenxo. El rey emérito pretende competir con el Bribón en Sanxenxo en la regata de la clase 6M que está programada para el viernes. sábado y domingo en la ría de Pontevedra.