La princesa Leonor ha agradecido este martes el homenaje recibido de las instituciones de Aragón y Zaragoza, una tierra de la que ha asegurado que «siempre formará parte» de su vida tras haber «disfrutado y sufrido» junto a sus compañeros de la Academia General Militar (AGM) y, sobre todo, «haber aprendido mucho».
«Gracias a todos los que habéis hecho posible que en este tiempo me sienta una aragonesa más», ha proclamado Leonor de Borbón en su discurso de agradecimiento tras recibir en la Seo del Salvador de la capital zaragozana la Medalla de Aragón, que se ha unido a la de las Cortes de Aragón y del título de Hija Predilecta del Ayuntamiento de la ciudad. Con uniforme militar en su condición de dama cadete de la AGM de Zaragoza, la princesa ha coronado los tres actos con su mensaje de elogio a la región, a la que llegó el pasado 17 de agosto para empezar su formación castrense, que concluirá el próximo 3 de julio.
Ha confesado que lo vivido en estos meses «supera con creces» las «muchas expectativas» y la ilusión con las que llegó, en parte por todo lo que le había contado su padre, Felipe VI, aunque ha apuntado que era consciente de que «algunas etapas no serían fáciles». «Quedan solo cinco semanas para que me vaya, para que reciba mi despacho de alférez, y ya empiezo a echaros de menos», ha subrayado en presencia de las principales autoridades autonómicas y locales, entre ellas, el presidente aragonés, Jorge Azcón, además de la ministra de Defensa, Margarita Robles. Según la heredera al trono, su experiencia le ha servido para constatar «el respeto y la amabilidad de los aragoneses» y que su apoyo «ha sido y está siendo continuo».
«Estoy muy agradecida, de verdad, por lo que he vivido aquí durante este tiempo, por todo lo que me ha dado esta ciudad», ha incidido desde el altar principal, donde Azcón le ha entregado la medalla. Se ha referido a su formación como cadete y a «la exigencia académica e intelectual, física y técnica que eso significa», lo que, a su juicio, le hace «apreciar aún más» al Ejército de Tierra y a las Fuerzas Armadas.
La princesa, de 18 años, se ha felicitado de que haya convivido con jóvenes de su generación, con los que ha superado «momentos que requerían esfuerzo y un gran trabajo de equipo» y con los que «ha disfrutado y sufrido juntos, y sobre todo, aprendido mucho». «Lo que vivimos mientras nos formamos en la Academia nos une para siempre y nos hace madurar y crecer gracias al compañerismo, a la guía de mandos y profesores», ha añadido Leonor de Borbón, para quien «significa mucho» haber seguido los pasos de su padre, quien recibió las mismas distinciones en 1986 cuando era cadete. En una jornada «tan emocionante», ha recibido la medalla del gobierno autonómico en un lugar simbólico como la Seo, donde los reyes de la Corona de Aragón juraban los fueros.
La heredera al trono ha llegado a la catedral a pie desde el ayuntamiento, en la Plaza del Pilar, donde se ha acercado a saludar a los cientos de personas que le han ovacionado y mostrado su apoyo, como les animaba el bando emitido por el ayuntamiento. Entre los asistentes, han estado los miembros del gobierno aragonés, conformado por PP y Vox, representantes de otros partidos y expresidentes autonómicos, que luego se han unido a la recepción celebrada en el Museo Diocesano, en el Palacio Arzobispal, con la que se ha puesto el broche a la jornada.