Baleares fue en 2022 la segunda Comunidad Autónoma con mayor aportación per cápita de recursos al sistema de financiación de régimen común y la tercera que menos recibió, según el análisis de la Generalitat de Cataluña. Cataluña fue de nuevo ese año la tercera comunidad que más ingresos per cápita aportó al sistema y la décima en recepción de recursos, con lo que suma ya 13 años seguidos por debajo de la media del conjunto de comunidades autónomas en percepción de financiación.
Así lo ha desvelado este viernes el Departamento de Economía de la Generalitat a partir de los últimos datos de liquidación del modelo de financiación comunicados por el Ministerio de Hacienda, en un momento en que ERC reclama una financiación singular para Cataluña para investir a Salvador Illa como presidente de la Generalitat. Cataluña aportó en 2022 un total de 3.565 euros por habitante, lo que supone un 17,5 % más que la media española, por lo que se sitúa en el tercer lugar de las comunidades del régimen común, pero tras la redistribución de recursos recibió 3.264 euros por habitante, un 2,3 % por debajo de la media, quedando en la décima posición.
La Generalitat subraya que hay casi veinte puntos porcentuales (exactamente 19,8) de diferencia entre los recursos que Cataluña aporta y los que recibe, y que la brecha es de 26,4 puntos si se tiene en cuenta el coste de la vida, ya que incluyendo ese baremo entonces Cataluña cae al puesto 14, el penúltimo del régimen común, con 3.043 euros por habitante. Madrid es la primera comunidad en capacidad fiscal, con 4.328 euros por habitante, la undécima en recepción de recursos totales, con 3.233 y la última en recursos percibidos teniendo en cuenta el coste de la vida, con 2.872 euros por habitante.
A este respecto, la Generalitat suele alegar que el caso de Madrid es singular porque esta comunidad se beneficia del efecto capitalidad y de un nivel de ejecución de inversiones del Estado muy superior al del resto de comunidades, entre otros argumentos. Según las estimaciones de la Generalitat, en términos de aportación de recursos per cápita al sistema, las primeras cinco posiciones las ocupan, por este orden, Madrid, Baleares, Cataluña, Aragón y Cantabria y las cinco últimas corresponden a Castilla-La Mancha, Murcia, Andalucía, Extremadura y Canarias. En cambio, en términos de recepción de recursos lidera la clasificación Cantabria, a la que siguen La Rioja, Extremadura, Castilla y León, y Aragón, y los cinco últimos puestos son para Madrid, Canarias, Andalucía, Murcia y la Comunidad Valenciana, que cierra la clasificación.
Teniendo en cuenta el coste de la vida, las comunidades más beneficiadas en recepción de recursos del modelo de financiación son, según los datos de la Generalitat, Extremadura, La Rioja, Cantabria, Castilla y León y Asturias, y las cinco más perjudicadas son Andalucía, la Comunidad Valenciana, Baleares, Cataluña y Madrid, que ocupa el puesto 15. La Generalitat alega que solo durante primer año de aplicación del actual modelo de financiación, en 2009, quedó por encima de la media del conjunto de las comunidades del régimen común, que son 15, ya que el País Vasco y Navarra están fuera de este régimen.
El hecho de que Cataluña se sitúe desde 2010 por debajo de la media en recepción de recursos -generalmente como tercera comunidad que más aporta y décima a la hora de percibir- ha llevado recientemente a una veintena de entidades económicas catalanes, entre ellas las patronales Foment y Pimec, al Cercle d'Economia o a las cámaras catalanas, a pedir una mejor financiación y más autonomía financiera. «Los datos liquidados de 2022 muestran, un año más, que los mecanismos de redistribución y nivelación que usa el modelo hacen que el reparto de los recursos entre territorios no sea equitativo», asegura el departamento de Economía de la Generalitat en un comunicado. «Mientras que Cataluña recibe sistemáticamente ingresos por debajo de lo que aporta, otras comunidades con una capacidad tributaria muy inferior a la media siempre obtienen más recursos por habitante que Cataluña», añade, y subraya que el modelo de financiación actual, que entró en vigor en 2009, debía revisarse cada cinco años, por lo que «acumula 15 años de retraso».
Críticas a la ineficiencia del modelo
La Generalitat también censura en la nota la «ineficiencia» del modelo de financiación por su funcionamiento mediante anticipos y liquidaciones. El departamento de Economía, que lidera la consellera Natàlia Mas, considera que este modelo es «complejo y poco transparente», ya que Hacienda hace una estimación de la recaudación de cada territorio pero los importes reales se liquidan pasados dos años, lo que hizo que en 2022 «el anticipo para Cataluña se subestimara en 4.324 millones de euros», asegura. «La falta de actualización del modelo y el sistema de anticipos ha provocado un desequilibrio vertical entre la evolución de los recursos disponibles para el Estado y los territorios. Así, mientras entre 2012 y 2022 los ingresos el Estado crecieron un 88,7 % en este período, sin que hubiera un aumento de competencias que lo justificara, los ingresos de las comunidades aumentaron un 40,5 % en el mismo período», argumenta.