El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha acogido este martes a su derecho a no declarar ante el juez que instruye la causa que investiga a su esposa Begoña Gómez, al igual que hiciera ella hace unos días en su comparecencia en los juzgados de plaza Castilla de Madrid. En su caso y tras unos veinte minutos de declaración, el jefe del ejecutivo central ha motivado su decisión en el hecho de que es cónyuge de la investigada.
Sánchez se ha acogido al artículo 416 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LECrim) que respalda que como cónyuge -en este caso de Begoña Gómez- está «dispensado de la obligación de declarar». El juez Juan Carlos Peinado se ha desplazado al Palacio de La Moncloa para llevar a cabo esta declaración testifical a pesar de que Sánchez, por carta, interesó que tuviera lugar por escrito. La fiscalía se opuso a dicha declaración hasta en dos ocasiones.
Pese a la voluntad del ministerio público, el juez Juan Carlos Peinado ha llegado hasta la residencia oficial del presidente del Gobierno cerca de las 10.20 horas; junto a él han accedido a las dependencias de Presidencia del Gobierno la Fiscalía, las defensas de los tres encausados y la letrada de Vox, Marta Castro, como coordinadora de las acusaciones populares. La comparecencia ha tenido lugar en el edificio de la Vicepresidencia.
En uno de los accesos se han concentrado una veintena de simpatizantes de la plataforma 'Hazte Oír' desde primera hora de la mañana y han coreado lemas como 'Pedro Sánchez a prisión' o 'Juan Carlos Peinado, España está a tu lado'. En este sentido, las acusaciones populares han afirmado haber recurrido la decisión del juez que investiga a Begoña Gómez de autorizar únicamente al partido de Santiago Abascal para participar de forma directa y sin intermediarios en el interrogatorio al presidente, tratando de anular esa declaración para poder estar presentes en lo que sería una segunda testifical.
Este recurso, sin embargo, no ha impedido al juez tomar declaración a Sánchez a las 11.00 horas, la hora prevista en un principio, y ha sido en ese momento cuando el líder del ejecutivo se ha acogido a su derecho a no declarar. Pedro Sánchez había sido llamado en calidad de testigo en la causa que investiga a su esposa por presuntos delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios en una causa abierta tras la denuncia del pseudosindicato Manos Limpias, y a la que se incorporaron otras acusaciones como Vox o la mencionada organización ultracatólica.