España impulsó este martes el camino de la migración circular con Mauritania como una vía frente a los movimientos migratorios ilegales que llegan a las costas canarias y que tienen en este país su principal punto de partida. La decisión de que Mauritania se sume a la lista de países con los que España tiene acuerdos de migración circular se concretó con motivo de la visita del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, a Nuakchot dentro de una gira africana de tres días que le llevará también a Gambia y Senegal.
La migración circular consiste en la formación y contratación de trabajadores en origen para que vayan a ejercer una labor concreta en España de forma estacional y, a su término, regresan a su país. Hasta ahora eran siete los países con los que España tenía acuerdos para fomentar este tipo de migración legal (Marruecos, Senegal, Colombia, Honduras, Ecuador, Argentina y Uruguay) y a partir de ahora se añade Mauritania y este miércoles lo hará también Gambia tras la firma de otro acuerdo para ello durante la visita de Sánchez.
El impulso de este tipo de fórmulas consideró Sánchez, en una comparecencia conjunta con el presidente mauritano, que es la apuesta que debe hacer España como alternativa a los movimientos migratorios ilegales que, además, implican serios riesgos para las personas que los protagonizan.
Aprovechó el presidente del Gobierno su intervención en Mauritania, país del que procede la mayoría de cayucos que llegan a las costas canarias, para hacer una cerrada defensa de la migración legal, ya que consideró que es fundamental para la economía porque supone «riqueza, desarrollo y prosperidad».
Además, resaltó su contribución al sostenimiento de la Seguridad Social o del sistema público de pensiones y que la migración no es un problema, sino «una necesidad que implica ciertos problemas».
Fuentes del Gobierno español subrayan al hilo de ello que la migración legal y segura es por tanto necesaria y recuerdan estimaciones que apuntan a que España necesitará de 200.000 a 250.000 trabajadores migrantes hasta 2050 para sostener el Estado del bienestar. Es una cifra a la que ha hecho referencia en diversas ocasiones la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, que acompaña a Sánchez en su gira africana.
El Gobierno es consciente de que la migración circular por sí sola no puede resolver el problema de la migración ilegal, pero sí cree que es un elemento relevante y por ello pretende seguir impulsándola.
Son casi 21.000 los trabajadores que han llegado a España este año en esas iniciativas de migración circular y la intención es que la cifra siga aumentando. Papel esencial para ello tienen las empresas, y el Gobierno español confía en que cada vez haya más interesadas en este tipo de contrataciones estacionales.
Otro aspecto relevante en la lucha contra la migración ilegal es el de la seguridad, y España y Mauritania firmaron un acuerdo en ese ámbito.
Con motivo de la visita de Sánchez se puso en marcha el Comité Empresarial hispano-mauritano que el presidente del Gobierno dijo que servirá para incrementar de manera significativa las relaciones comerciales y económicas y de forma muy especial entre Canarias y Mauritania. Son unas 3.000 las empresas españolas que tienen actividad en Mauritania y el 10 % de ellas son canarias.
Además de acordar la celebración de cumbres bilaterales desde 2025, cuando se celebrará en Mauritania, la visita de Sánchez dio pie al anuncio de la apertura de un centro del Instituto Cervantes en este país. De la misma forma, Sánchez anunció que España va a realizar una contribución de medio millón de euros para una iniciativa de formación en defensa y seguridad en Mauritania.
Por su parte, el presidente mauritano (que en la reunión previa elogió según fuentes españolas la decisión de Sánchez de impulsar el reconocimiento de Palestina como Estado) aseguró que le une al jefe del Gobierno español un «espíritu de solidaridad y responsabilidad compartida». De la misma forma, agradeció la colaboración española en favor de la migración legal.