La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha avisado este lunes de que la distribución de inmigrantes por las comunidades autónomas lo que hace es repartir «el problema por toda España», lo que lleva a que «se desequilibren los servicios públicos y que haya verdaderos problemas de convivencia en todos los pueblos».
«Yo si tengo una hija de una edad determinada, quiero que salga con su falda corta si le da la gana, y vivir como ha querido siempre en su pueblo. Y no que haya un choque cultural porque no hemos sabido integrar o porque no se ha hecho con equilibrio y resulta que culturalmente han cambiado pueblos enteros de España», ha manifestado en una entrevista en 'Antena 3', recogida por Europa Press.
Ayuso ha defendido que España es «un país libre», donde hombres y mujer son «iguales» y donde se ha «trabajado mucho» para llegar a donde está hoy en día. «¿Por qué vamos a perder libertad, nuestras costumbres? ¿Y por qué no vamos a pedir que la gente se integre como lo hacemos en otros lugares? Tú, cuando vas a Estados Unidos, te tiras dos horas en una aduana y te controlan dónde vas, de dónde vienes y me parece genial. Es que es más, se hace respetar ese país», ha trasladado a continuación.
Y es que la jefa del Ejecutivo madrileño ha asegurado que ella defiende «la inmigración» pero ha apuntado a que «no es lo mismo un tipo de inmigración que otra». En este sentido, ha indicado que hay países que «defienden la ablación de las mujeres», que estas se queden en sus «casas» o «la poligamía».
También en su intervención, la dirigente madrileña ha cuestionado que el Gobierno haya decidido «de repente que 250.000 mauritanos vengan a España» cuando no saben «una palabra de español» ni de las «costumbres» del país, cuando, a su juicio, el trabajo tendría que hacerse «en origen». Considera que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha ido a Mauritania a decir a los gobernantes de allí lo que quieren oír, inventándose «lo de la migración circular» cuando a ver quién vuelve cuando han estado «huyendo de guerras, de hambrunas, de pobreza» o «de sequía».
Para Ayuso, es él el «inhumano», el que está «tratando de manera inhumana a los inmigrantes, el que luego se pone a insultar a los demás». «Si de verdad hiciera su trabajo, haría como Meloni, haría como otros gobiernos, y diría cómo se puede frenar esto. Esto es la punta de un gran iceberg que viene», ha alertado.