Una familia completa de diez refugiados afganos, incluidas cuatro mujeres y tres niñas, llegó el lunes por la noche a El Hierro en el cayuco mauritano que ha sorprendido a los servicios de emergencia, porque 63 de sus 75 ocupantes eran de procedencia asiática, no africanos.
Según han informado a EFE fuentes de los equipos que los han atendido en sus primeras horas en Canarias, la familia estaba conformada por un hombre, sus dos esposas y los siete hijos de esos dos matrimonios: dos mujeres y un hombre jóvenes, pero ya mayores de edad, un niño de doce años y tres niñas de seis, diez y catorce años. Estas personas han contado que abandonaron su casa en 2021 (el año del regreso de los talibanes al poder) y estuvieron dos años desplazándose por varios lugares de Afganistán.
Luego salieron del país por Irán, donde permanecieron seis meses, para después viajar a África. Primero permanecieron tres meses en Guinea y luego pasaron otros tres en Mauritania, antes de embarcar la noche del 9 al 10 de octubre en Nuakchot en un cayuco rumbo a Canarias. Con ellos hicieron la travesía 53 personas procedentes de Pakistán y doce jóvenes africanos de Senegal, Mali, Mauritania y Gambia.
Este es el segundo cayuco que llega en menos de un mes a El Hierro con más de 50 inmigrantes o refugiados de origen asiático a bordo, lo que ha impulsado a las fuerzas de seguridad a investigar si algunos de los tráficos típicos del Mediterráneo o la Ruta de los Balcanes hacia la UE están siendo desviados hacia Mauritania y Canarias. En junio, la Audiencia de Las Palmas condenó a tres años y medio de cárcel a un ciudadano bangladesí que reconoció haber colaborado en una red que trasladaba inmigrantes asiáticos a la Ruta Canaria.
Su testimonio destapó la existencia de una mafia que gestionaba la llegada a Canarias de inmigrantes de Bangladés y Pakistán desde la India y Emiratos Árabes, países desde donde se organizaba su traslado en avión a Mauritania para embarcar en pateras o cayucos a Canarias en ese mismo lugar o desde Marruecos y el Sáhara, según detalló a EFE la Fiscalía de Las Palmas. En otras ocasiones, estas personas eran trasladadas a Marruecos desde Argelia, precisaba el expediente judicial. Cada una de las personas que emprendió esa ruta desde Asia hacia Canarias pagó a los traficantes un promedio de 13.000 euros.
La sentencia del caso detallaba que este grupo en concreto, con base en Mauritania, preparó los viajes de tres neumáticas a Gran Canaria y Fuerteventura en los años 2021 y 2022. La primera de estas barquillas llegó en 2021 a Fuerteventura con tres pakistaníes y 50 subsaharianos; la segunda en 2022 a Gran Canaria, con nueve bangladesíes y 52 subsaharianos; y la tercera también a Fuerteventura en 2022 con cinco bangladesíes y 52 subsaharianos. Se trata de cifras muy inferiores a las detectadas en los cayucos rescatados en El Hierro del 31 de agosto y 14 de octubre, en los que iban 48 pakistaníes y tres sirios, en el caso de la primera, y 53 pakistaníes y diez afganos, en el de la segunda.