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Cristina Fallarás, furiosa tras el cierre de su Instagram: «Se pierden testimonios de muchas mujeres, tengo mucho temor»

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Meta, la compañía matriz de la red social Instagram, ha cerrado la cuenta de la periodista Cristina Fallarás, que en los últimos días estaba publicado a través de ella denuncias anónimas de mujeres que han sufrido agresiones sexuales, como la que ha provocado la dimisión de Iñigo Errejón.

En declaraciones al canal 24 horas de TVE, Fallarás ha dicho que "en este momento estoy furiosa y con mucho temor, porque desde que publiqué esta semana el testimonio contra Errejón me han llegado un millar de mensajes y muchos de ellos eran relatos sobre agresiones sexuales llevados a cabos por otros políticos, gente de la cultura, periodistas... y si esa cuenta no se me devuelve, todos esos testimonios quedan perdidos".

La veterana periodista ha dicho que el movimiento de Meta "me parece gravísimo y un ataque contra todas. Es una cuenta donde las mujeres se relatan, quienes la usan son las mujeres", dijo.

Fallarás dice que ha recibido más de 1.000 mensajes en estos días y no ha podido leerlos todos, pero en "los que he ido abriendo había casos de otros políticos, gente de la cultura y de los medios de comunicación".

La periodista explicó que ya le pasó algo parecido "en marzo, apelé y me la volvieron a abrir porque instancias europeas de protección de datos me dijeron que no incumplía ninguna ley de Meta. Voy descargando los mensajes una vez por semana y los de esta semana no los tengo descargados", se lamenta.

Acerca de los motivos por los que Meta ha cerrado su cuenta, Fallarás dice que son los mismos que en marzo, "es decir, ninguno". La periodista dice que ha apelado y que Meta tiene de plazo para responder hasta abril de 2025, "y si siguen pensando lo mismo me inhabilitarán definitivamente la cuenta".

"Voy a volver a ponerme en contacto con Meta Europa, con Meta USA y volver a enviar los escritos necesarios, presentaré una demanda legal y haré todo lo que esté en mi mano", dice Fallarás, que lamenta que el hecho de que "cierren esta cuenta es cerrar las denuncias de las mujeres sobre las agresiones sexuales. Es un desánimo para las víctimas, que ya denunciamos con escaso ánimo".

En cuanto a sus próximos pasos, dice que "lo primero es intentar que la vuelvan a abrir. Tuve que dejar Twitter porque me expulsaron, por los ataques de los bots y la violencia contra mí pasó a la calle. Si Instagram no me lo permite lo conseguiré de otra manera".

No obstante, avisa de que lleva "trabajando en un libro de recopilación de testimonios y saldrá", aunque admite que "lo que más me preocupa es el momento en el que me la vuelven a cerrar. No es casual que justo en ese momento en el que tengo centenares de relatos, desaparezcan".

"Yo llevo haciendo esto un año y medio, y no ha cambiado nada. Lo único que ha cambiado es que un político ha dimitido a causa del testimonio de una mujer. Esa es la razón", sostiene Fallarás.

A pesar de todo, se muestra optimista: "Es imparable, somos muchas, yo soy una más. Me da rabia porque creo que mi perfil se había convertido en una plataforma útil, incluso para los medios de comunicación, haber conseguido crear un espacio seguro y que te lo reviente es terrible. Una vez se pone en marcha el mecanismo de denuncia y de relato, nos hemos acostumbrado a que nos vayan poniendo cortapisas, pero encontrará su cauce y no desisto".

Fallarás recuerda que cuando tenga ocasión hará públicos todas las denuncias anónimas que le han llegado, "pero no se publican nombres". "El primer testimonio no citaba a Errejón, porque las mujeres supieron identificar a quén estaban señalando", explica.

"En cuanto me devuelvan la cuenta seguiré publicando testimonios. Tengo uno de (un político de) la CUP, otro de la esquerra valenciana, otro de un medio de comunicación...", dijo.

Fallarás ha añadido que ella también sufrió "agresiones sexuales por parte de un político. Recuerdo un altísimo cargo de la Generalitat de Cataluña que me mandaba la foto de su pene, hace muchísimos años, era por SMS, no había WhatsApp. Tuve que dejar el periodismo político porque me temblaban las piernas. No lo nombro porque ya no está entre nosotros. El tener pánico a encontrarme a un señor importantísimo en la Generalitat me impidió desarrollarme como periodista política", dice.

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