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DANA en Valencia

Salud Pública confirma dos casos de leptospira tras las inundaciones en Valencia

Las personas que han sido diagnosticadas este miércoles están ingresadas en centros hospitalarios

Una grúa retira los escombros tras el paso de la DANA en Algemesí. | Eduardo Manzana - Europa Press

| Valencia | |

La Subdirección General de Epidemiología y Vigilancia para la Salud, de la Dirección General de Salud Pública, ha informado de dos casos confirmados de leptospira, que se suman a los dos probables detectados el pasado día 8 y cuya confirmación está pendiente del resultado del análisis microbiológico, tras las inundaciones en la provincia de Valencia.

Las personas que han sido diagnosticadas este miércoles están ingresadas en centros hospitalarios. Por otra parte, la persona que fue ingresada con sospecha de leptospira, el día 8 de noviembre, ya ha sido dada de alta, según ha indicado la Generalitat en un comunicado.

La Dirección General de Salud Pública ha fortalecido la vigilancia epidemiológica, con el fin de detectar esta y otras enfermedades que pudieran producirse tras las inundaciones. Con esa finalidad, se aprobó --por el grupo de coordinación de la respuesta de Salud Pública-- un protocolo específico de vigilancia para la detección precoz de casos de infección asociados a las inundaciones producidas por la DANA, del que se dio traslado a todos los profesionales sanitarios.

Diariamente se revisa en la Dirección General de Salud Pública la información procedente de Atención Primaria, de Atención hospitalaria y de los centros de vigilancia de Salud Pública. Hasta el momento «no se han detectado cambios significativos» en la evolución de otras enfermedades, como pueden ser gastrointestinales, dermatológicas o respiratorias. La leptospirosis es uno de los principales riesgos tras inundaciones o lluvias torrenciales. La transmisión de un ser humano a otro es «extremadamente rara».

Las personas se pueden infectar a través del contacto directo con la orina o fluidos de animales infectados, fundamentalmente roedores, o contacto con agua contaminada con orina y tierra mojada. También se puede producir por la ingestión de alimentos o agua contaminados por orina de animales infectados.

Estas bacterias pueden entrar en el organismo a través de lesiones cutáneas o mucosas, afectando tanto a personas que residen en las zonas afectadas, como a aquellas involucradas en labores de limpieza y rescate. Para combatir esta infección existe tratamiento antibiótico. En términos clínicos, la mayoría de casos son autolimitados, manifestando síntomas leves como fiebre, malestar general y dolores musculares.

La Conselleria de Sanidad ha insistido a la población de la necesidad de seguir las recomendaciones de protección frente a la leptospirosis. Así, cuando se realicen labores de limpieza hay que utilizar mascarilla, botas de goma o calzado cerrado impermeable, ropa que cubra brazos y piernas, y guantes impermeables. Además, se indica que se deben cubrir las heridas, cortes o rasguños con apósitos o vendajes impermeables.

Por otra parte, se advierte de que no hay que consumir alimentos que puedan haber estado expuestos a roedores o agua contaminada y de que cabe mantener los alimentos y la basura en recipientes cerrados y poner trampas para roedores para evitar su aparición.

Respecto a los desperdicios y basuras, se recomienda mantenerlas lo más alejado posible de las viviendas y del agua estancada. En cuanto a los cadáveres de animales, no hay que manipularlos y se ha de notificar a las autoridades para que efectuar una retirada segura.

Síntomas

En cuanto a los síntomas, la Conselleria de Sanidad ha reiterado la importancia de observar la sintomatología de las personas expuestas a zonas inundadas o que hayan participado en tareas de limpieza en los municipios afectados y acudir al punto sanitario en caso de ser necesario. Entre los síntomas a tener en cuenta se encuentra la fiebre elevada y persistente, la diarrea o vómitos intensos, el dolor abdominal intenso o la coloración amarillenta de la piel y/o los ojos.

También se debe observar la orina oscura, la tos persistente o dificultad para respirar, las erupciones rojas o púrpuras en la piel que puedan indicar sangrado bajo la piel, el dolor de cabeza intenso o rigidez de cuello, la confusión, desorientación o agitación. Asimismo, se ha de prestar especial atención a las heridas abiertas o lesiones, especialmente si presentan signos de infección (enrojecimiento, hinchazón, secreción o dolor).

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