El expresidente catalán Carles Puigdemont ha advertido este martes de que un «portazo» a la propuesta de Junts de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se someta a una cuestión de confianza «habría llevado la legislatura al colapso».
Así lo ha afirmado en una entrevista en TV3 desde Bruselas, después de que la Mesa del Congreso haya aplazado su decisión sobre la admisión a trámite de la proposición no de ley de Junts que insta al presidente del Gobierno a someterse a una cuestión de confianza.
Puigdemont ha constatado que los socialistas han sido «prudentes» y, en lugar de rechazar la proposición, lo cual habría tenido «consecuencias irreversibles», han decidido «ganar un poco más de tiempo», por lo que «todas las opciones están abiertas», incluida la aceptación de la propuesta «legítima y necesaria» de Junts.
«Era una jugada táctica que teníamos pensada, sabemos los efectos que puede causar. Me preocupaba que no hubiesen dejado tramitar una propuesta que es perfectamente legítima, y es muy necesario que hablemos un año después de la investidura», ha señalado.
La intención de esta cuestión de confianza, ha dicho Puigdemont, no era la de «amenazar» al Gobierno, y es por este motivo que decidieron registrar el texto antes de su anuncio el pasado lunes en una comparecencia de prensa en Bruselas, según el expresident.
Con todo, Puigdemont ha dejado claro que a día de hoy «no hay razones para renovar la confianza» en Sánchez y que Junts mantendrá la propuesta «haga lo que haga» el PSOE: «¿De aquí al 7 de enero tienen tiempo para restituir (la confianza)? Lo veo muy difícil, sinceramente, por tanto, la propuesta se tendrá que tramitar sí o sí. No tramitarla tiene unas consecuencias», ha sentenciado.
Incumplimiento de la «amnistía política»
Entre los incumplimientos a los que ha hecho referencia el expresident se encuentra la ley de amnistía, si bien ha querido diferenciar entre la aplicación de la ley y lo que ha definido como «amnistía política», que considera que no se le está aplicando por parte de Sánchez ni del presidente de la Generalitat, Salvador Illa.
«Cuando Sánchez o Salvador Illa se resisten a venir a verme o a ponerme escolta, ¿esto de quién depende? ¿De un juez? No. Depende exclusivamente de la política, y no me están aplicando la amnistía política, me están tratando exactamente como me trata el Tribunal Supremo, como un presunto delincuente. (...) Que no tenga escolta es un no reconocimiento de la ley de amnistía», ha resumido.
Y ha atribuido la negativa de Illa a reunirse con él -como sí ha hecho con el resto de expresidentes de la Generalitat- a que el actual president y líder de los socialistas catalanes no lo considera «un interlocutor que merece la visita».
No descarta un escenario de elecciones anticipadas
Preguntado por un adelanto electoral en España, Puigdemont ha admitido que es un escenario «que está» ahí, aunque no sabe «si es posible, porque los socialistas han demostrado una capacidad de resistencia en el poder muy grande».
En este sentido, ha dicho que el Gobierno de Sánchez sería capaz «de aguantar una legislatura sin presupuestos ni aprobar una sola ley, sólo por aguantar».
«Pero normalmente, en la situación en la que se encontraría, no habiendo ganado las elecciones, no teniendo presupuestos o no pudiendo aprobar ninguna de las medidas que darían sentido a un Gobierno, en democracia estas cosas se tienen que asumir. Y creo que no podría continuar un Gobierno, pero ya no depende de mí», ha admitido.