Dani Esteve, cabecilla de la organización Desokupa, ha sido visto recientemente ejerciendo como chófer de Víctor de Aldama, presunto conseguidor de la trama Koldo. De Aldama llegó este misma semana a prestar declaración en sede judicial en un lujoso vehículo conducido por el propio Esteve.
La presencia de Esteve al volante del coche de alta gama que trasladó a De Aldama hasta los juzgados ha llamado la atención, dado el creciente protagonismo que el líder de Desokupa ha adquirido en determinados ámbitos. Conocido por sus encendidos discursos contra el Gobierno de Pedro Sánchez, Esteve también ha sido noticia por otro motivo: la oferta de cursos de formación a militares españoles a través de una organización sectorial.
Convenios de colaboración polémicos
Este convenio de colaboración con el sector militar de la mano de la Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME) se suma a otro acuerdo previo firmado con asociaciones policiales, en concreto con el Sindicato Unificado de Policía (SUP). La posibilidad de que Desokupa imparta formación en protocolos de seguridad y defensa personal a miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado ha suscitado inquietud y críticas en ciertos ambientes políticos y sociales.
Mientras algunos sectores ven con buenos ojos la experiencia de Desokupa en situaciones de desalojo y conflicto, otros cuestionan la idoneidad de que una organización privada, cuyas prácticas han generado controversia, participe en la capacitación de servidores públicos. El debate sobre los límites de la colaboración entre entidades como Desokupa y las fuerzas de seguridad sigue abierto.