Los principales líderes políticos han expresado sus posiciones divergentes este 11 de Setembre de 2025 con motivo de la Diada Nacional de Cataluña. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, han coincidido en apelar a la convivencia y el respeto, mientras que el expresidente catalán Carles Puigdemont ha aprovechado la jornada para reivindicar la independencia del territorio.
La celebración de la Diada se desarrolla este año con numerosos actos conmemorativos por toda Cataluña, en un contexto político de relativa calma que no opaca por completo estas sensibilidades contrapuestas, que siguen teniendo peso en el debate territorial en España. Esta fiesta, que conmemora la caída de Barcelona el 11 de septiembre de 1714 durante la Guerra de Sucesión, se ha convertido en los últimos años en un termómetro de las aspiraciones políticas catalanas.
El presidente Sánchez ha optado por un mensaje conciliador a través de la red social X, expresándose en catalán junto a una imagen con los colores de la 'senyera'. En su comunicado ha destacado que en este 11 de septiembre se celebra «la Cataluña de todos y de todas: abierta, plural y con ambición de futuro». El jefe del Ejecutivo ha añadido: «Convivencia, respeto y progreso compartido para que los catalanes y las catalanas sigan avanzando. Bona Diada!».
Por su parte, el líder del Partido Popular ha emitido un mensaje bilingüe en la misma red social, abogando «por una Cataluña de todos, en convivencia y en libertad». Feijóo ha complementado su felicitación deseando «una Cataluña próspera, abierta y competitiva» y culminando con un «Bona Diada a todos los catalanes». Su mensaje, en línea con la postura institucional del PP, evita cualquier referencia al independentismo y pone el foco en valores compartidos.
En contraste con ambos posicionamientos, el expresidente de la Generalitat y líder de Junts, Carles Puigdemont, ha utilizado la festividad para reafirmar su compromiso con la independencia catalana. «Por la libertad que los Borbones arrebataron a nuestros antepasados que defendían Cataluña, y por la independencia y el futuro de la nación que debemos a nuestros hijos: buena Diada Nacional de Catalunya!», ha manifestado en su cuenta de X.
El mensaje de Puigdemont, quien continúa fuera de España desde octubre de 2017, mantiene el tono reivindicativo característico y hace referencia explícita a los hechos históricos que motivan la celebración de la Diada. Este enfoque contrasta notablemente con las apelaciones a la convivencia realizadas por Sánchez y Feijóo, evidenciando la persistencia de visiones antagónicas y la polarización persistente sobre Cataluña, su estatus y la relación con el conjunto del Estado español.
Jordi Turull, secretario general de Junts, también ha hecho declaraciones públicas durante la jornada, reclamando movilización ciudadana para conseguir la independencia de Cataluña. Turull ha lamentado que Puigdemont y los exconsellers Toni Comín y Lluís Puig no hayan podido asistir un año más a la celebración de la Diada, debido a su situación judicial pendiente tras los acontecimientos de 2017.
La Diada de 2025 se celebra en un momento político especialmente delicado para Cataluña y España, con el debate territorial todavía sin una solución definitiva que satisfaga a todas las partes. Las diferencias expresadas por los líderes políticos reflejan la complejidad de un conflicto que continúa marcando la agenda política nacional ocho años después del referéndum tildado de ilegal por el Tribunal Constitucional del 1 d'Octubre de 2017.
Los actos conmemorativos de la Diada se extienden por toda Cataluña con diversas manifestaciones culturales y políticas. La tradicional ofrenda floral al monumento de Rafael Casanova, considerado uno de los héroes de la resistencia barcelonesa de 1714, así como diversos actos institucionales organizados por la Generalitat, marcan una jornada que sigue siendo un símbolo de la identidad catalana. Recordando la fecha que marca el fin de la resistencia catalana contra las tropas borbónicas de Felipe V y la posterior pérdida de las instituciones de autogobierno catalanas, su institucionalización como fiesta oficial se recuperó en 1980, tras el retorno de la democracia. Con los años ha evolucionado de ser una celebración cultural e histórica a convertirse también en un escenario de expresión política.
LluísSempre seré sa mosca coionera, estic fins es coions de 40 anys de matraca catalanista de mentides i supremecistes. Defensaré sa història i cultura mallorquina, ses seves costums, sa seva gastronomia, i es seu dialecte, devant altres dialectes de regions invassores, opressores, adoctrinadores feixistes de cataluÑa que mai serán res MES que una regió amb un dialecte català de sa llengua occitana del gran reine d’Espanya galant de ses diverses cultures i llengües minoritàries. Vosaltres el que volue es una república com sa francessa i sa italiana, que el seu gran lema es una república, una única llengua i cultura, exterminadores de totes ses llengües i cultures minoritàries existents com sa mallorquina i occitana. I no dubtaré mai a na aquesta defensa, encara que ens haguem d’unir els nostres anteriors aliats, com a 1.714 i 1.936, i si fa falta amb es dimoni cucarell, per treura a tots es felons traidors a potades de sa nostra terra, sempre sortin victoriosos. Qui estima Mallorca no sa ven a cultures externes invassores. No ens callaràn, això és història documentada i no es pot borrar amb el adoctrinament subvensionat, i comissaris polítics lingüistics. Vergonya cavallers, vergonya.