El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha considerado este miércoles «clave» impulsar y profundizar el mercado único europeo, además de diversificar las relaciones comerciales, para hacer frente a la guerra comercial abierta por la administración estadounidense.
Así lo ha indicado en la sesión de control al Gobierno en el Congreso en su respuesta a una pregunta de la diputada de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, sobre si respalda el acuerdo comercial alcanzado entre la Comisión Europea y EE. UU. el pasado mes de julio. Sánchez ha reiterado su «poco entusiasmo» o «ningún entusiasmo» con el acuerdo comercial, lo que demuestra «una cierta discrepancia» aunque dicha de «forma políticamente correcta».
A su juicio, el camino que debe tomar la Unión Europea es el de «diversificar sus relaciones comerciales», algo en lo que también está el Gobierno español, ha dicho el presidente, quien ha detallado que se trata de «intentar abrir nuevos aliados comerciales en otras partes del mundo donde podemos exportar».
También ha considerado «clave» profundizar e impulsar el mercado único y ha puesto como ejemplo las cifras dadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que asegura que, si se quitaran muchas de las trabas que tiene actualmente, ello equivaldría a un 45 % de tarifas en el sector servicios y a un 100 % de tarifas en el sector manufacturero. «Hay mucho trabajo por hacer», ha insistido, aunque ha recordado que «España no es uno de los países más expuestos a esta guerra comercial abierta por Estados Unidos de manera unilateral injustificada e injusta».
No obstante, ha reconocido que a Euskadi, a diferencia de otras partes del Estado, le puede afectar «de manera mucho más intensa». Precisamente, la diputada de Bildu ha cifrado en 700 millones de euros las pérdidas que este acuerdo va a generar en la industria vasca, en algunos sectores clave como el automovilístico; y por ello ha subrayado que «se van a necesitar medidas más concretas para paliar los impactos de este acuerdo sobre la industria vasca y otros sectores afectados». Aizpurua ha pedido al presidente «contundencia» y ha puesto como ejemplo lo que «están haciendo otros países, otras instituciones y otras entidades muy diversas, que han alzado la voz contra este acuerdo, que es de subordinación política y económica».
Hay que ver la cantidad de imbecilidades que se inventan en la factoria de Moncloa, lo triste es que hay aun quien se las cree