Los 21 españoles de la Global Sumud Flotilla llegados este domingo al aeropuerto de Adolfo Suárez Madrid-Barajas han denunciado malos tratos por parte del Gobierno de Israel, asegurando que allí se han encontrado «con una situación de intentar humillarnos y vejarnos». «Un compañero decía que sentía que si fuésemos palestinos habríamos estado asesinados y esa es la sensación que nos queda después de todo lo que ha vivido porque ha habido un proceso constante de deshumanización, de intentar culpabilizarnos de lo que había, actos de hostilidad durante todo el tiempo, privación de sueño también (...) Nos hemos encontrado con una situación de intentar humillarnos y vejarnos», han trasladado algunos de los activistas en declaraciones a medios, recogidas por Europa Press.
Así se ha expresado también la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau, quein ha denunciado este domingo los «abusos y maltratos» a los activistas de la Global Sumud Flotilla detenidos en Israel, por los que emprenderá «acciones», y ha hecho un llamamiento a la movilización para parar los pies a este «Estado terrorista neofascista» israelí. Así lo ha dicho en sus primeras declaraciones al llegar al Aeropuerto de Barcelona-El Prat, junto al concejal barcelonés de ERC Jordi Coronas, tras ser liberados hoy por Israel.
Colau ha dicho haber vivido «una experiencia muy dura», desde «la detención ilegal» de los activistas de la flotilla, que ha definido como un "secuestro en aguas internacionales«, tras el cual fueron llevados a un puerto donde les esperaban »centenares de policías muy agresivos, muy violentos«, que los maltrataron, antes de llevarlos a una »horrible" prisión de alta seguridad en el desierto.
En este sentido, han explicado que llegaron «en una condición de absoluta indefensión» y que han vivido «una situación de escalada constante», en donde, según sus palabras, se les ha negado «el derecho a atención sanitaria», no han tenido acceso a agua potable y han sufrido privación de sueño y racismo. «Esta es la ropa con la que hemos llegado, porque no nos la han dejado cambiar (...) Abríamos el agua porque nos decían que tomábamos agua del grifo y salía agua gris, agua café, que no se podía tomar, pero no les importaba», han apuntado, criticando que «algunas mujeres» no han tenido o se les ha negado la medicación.
Preguntados por si han llegado a temer por su vida, un activista ha respondido que él «personalmente sí»: «Ha habido momentos que he pensado, aquí es donde me matan». Con todo, han aseverado que «sin duda» volverían a embarcar en otra flotilla y, cuestionados por si consideran que ha servido para algo, el diputado de Compromís Juan Bordera ha señalado que cree que «es una obviedad que ha cambiado algo en el inconsciente colectivo». Los tripulantes de la flotilla han llegado a la terminal con los brazos en alto y han sido acogidos a gritos de '¡Viva la flotilla!'.
La organización lamenta falta de información
Por su parte, el portavoz de la Global Sumid Flotilla, Saif Abukeshek, ha insistido en una falta de información durante el proceso de detención que ha generado «preocupación» en las familias, si bien se ha mostrado orgulloso de recibir a parte de los integrantes de la embarcación. «Insistimos que durante todo el proceso de detención hasta el momento nos faltó bastante información a través del consulado para la organización y para los familiares que ha añadido preocupación», ha esgrimido.
«Mientras que Israel no reciba ninguna consecuencia por los crímenes que está cometiendo, va a seguir cometiendo crímenes(...) Prometemos que vamos a seguir y no vamos a parar hasta que acabe el genocidio y el bloqueo en Gaza», ha indicado.
Reyes Rigo Seravia es el activista español del barco de Gaza que ayer mordió a un guardia de prisión en 'profesionalismo' tras negarse activamente a salir de una celda. Resulta que Sarvia se resistió a su extracción de la celda y atacó a los prisioneros con patadas. Un guardia que trabajaba como asistente dental en una prisión fue mordido en la palma izquierda por una servia, necesitaba tratamiento médico y recibió una inyección de "tétano" en la mano. "Los guardias de seguridad me atacaron. Me estaba protegiendo a mí mismo. Recibí una paliza de ellos", dijo Sarvia en su investigación policial, "Me arrastraron por la fuerza. "No tuve opción. "Fue interrogada en la estación Segev Shalom. Un factor en el IBS repitió lo que pasó ayer: "Le pedimos a la sospechosa y a su amiga que salieran de la celda. Hicieron una provocación. Estaban tirados en el suelo. Coge uno de la mano del otro y patea a los prisioneros. Ella es sospechosa del delito de agredir a un servidor público. Ella fue traída esta tarde para extender su detención en el Tribunal de Paz de Beer Sheva. El investigador pidió prolongar siete días la detención del sospechoso de la agresión. Sarvia, que trabaja como terapeuta de acupuntura, está representada por un sanghor en nombre de la sanghoria pública a la que se le pidió que la liberara de su detención, ya que de todos modos será deportada en los próximos días y no puede interrumpir la investigación. Los abogados y ciudadanos que estaban presentes en la sala estaban i