«¿Eres ilustradora? Podrías hacer el logo de mi empresa gratis. ¿No? Pues me indigno porque no quieres trabajar sin cobrar». En esta frase bien se podría cambiar ilustradora por informático, fotógrafo, fisioterapeuta, diseñador, mecánico, actor, pintor, administrativo, artista, comunity manager... y un largo etcétera de profesionales de diferentes sectores, y aficionados con grandes conocimientos en según qué materias, que habrán sufrido alguna vez la pregunta 'tú que sabes de esto, ¿no me lo podrías hacer gratis?'.
Una pregunta para la cual hay infinidad de respuestas, a cual más original, y que, sobre todo en tiempos difíciles para el empleo, se ha extendido. Es probable que todos a los que les hayan preguntado esto se han quedado con cara de extrañados o indignados, teniendo en cuenta la sensación de menosprecio laboral que se siente ante quien no valora el trabajo de los demás, hayan vivido la ira posterior al negarse y ver la indignación de quien quiere no compensar la tarea laboral.
Una situación que la protagonista de esta historia ha vivido en primera persona y que ha reflejado en las redes sociales. La ilustradora bajo el seudónimo de Twitter Braveyoung (@xIreneWeasleyx) recibió por sorpresa un encargo de una mujer que tiempo atrás fue su vecina para que le diseñara los logos de una empresa que iba a montar. Todo muy normal hasta que, después de hacer unos bocetos, la nueva empresaria agradeciera que se los hiciera gratis. «Yo no trabajo gratis, es a lo que me dedico», le contestó Braveyoung, quien aguantó la indignación de su antigua vecina al tiempo que argumentaba: «¿Tengo cara por querer cobrar por un trabajo que realizo? Ah, claro, que dibujar no es trabajar y lo hacemos por amor al arte».
Sin embargo, lo que parecía una anécdota relativamente habitual en ciertos sectores, no terminó aquí, ya que Braveyoung recibió varios mensajes de la hija de la antigua vecina recriminándole que le parece «fatal» el trato que le dio a su madre, y que «no sé a cuento de qué tienes que cobrarle por unos 'dibujillos'», así como que «no hace falta que se te suba a la cabeza que dibujar sabemos todos». Ésta conversación continuó varios días con diversos descalificativos hasta que la hija de la antigua vecina decidió bloquear a Braveyoung.