Internet, como un fiel espejo de la condición humana, resume lo mejor y lo peor de cada casa. De ello pueden dar buena cuenta Sara y su hijo Brody, un bebé que vino al mundo el pasado mes de octubre con labio leporino.
La madre, orgullosa de su hijo pese al problema del pequeño, no dudó en subir numerosas fotografías de él a Instagram, tras lo cual empezó a recibir burlas y comentarios desagradables por el aspecto del niño, que fueron minando poco a poco la confianza y autoestima de la mujer.
Un día, mientras cenaba en algún bar junto a su marido, no pudo más y rompió a llorar sin consuelo por la insensatez de alguien que arremete contra un ser tan indefenso como es un bebé.
Fue justo en ese momento cuando recibió un cheque acompañado de una nota que rezaba: «Para su maravilloso bebé». Gracias a ese gesto desinteresado de un desconocido, el pequeño Brody pudo ser operado y, tras recuperarse de la intervención, vuelve a sonreír junto a su madre.
Toda su historia puede encontrarse detallada en un blog que lleva por cabecera 'Cada sonrisa tiene una historia'.
Ho trob vergonyós que, amb aquestes modernitats dels mitjans de comunicació, tothom pugui dir el que li sembli sense escrúpols ni gens de criteri. A ningú agrada que s'enriguin d'un mateix, però n'hi ha molts que els agrada riure's dels altres. Si aquestes mostres de mala educació les haguessin patit els qui les van fer, no crec que els hi hagués fet cap gràcia. L'home és el pitjor enemic de l'home. ¿Arribarà qualque dia en el que ens sabrem veure com a germans i no com a contraris?