«Me llamo Eva García y sufro, como otros dos millones de mujeres en España, endometriosis. Un dolor insoportable, difícil de describir y que se repite cada mes». En su caso la enfermedad está diagnosticada, pero probablemente miles de mujeres en nuestro país desconocen que la padecen, ya que en ocasiones no muestra síntomas.
Esta dolencia invisibilizada se desarrolla al aparecer y crecer por causas que se desconocen tejido endometrial fuera del útero, sobre todo en la cavidad pélvica, aunque en casos raros se ha llegado a describir incluso en pulmones y cerebro. Se calcula que afecta a hasta un 15 por ciento de la población femenina en edad fértil, con lo que «mañana puede sucederle a tu hija, hermana, amiga o novia».
Entre las consecuencias más graves están los problemas de infertilidad, y si aparecen complicaciones, estas pueden implicar la pérdida de órganos reproductores, riñón, parte del colon, hígado o incluso dañar al pulmón, corazón y cerebro.
Algunos especialistas la consideran 'benigna', y no faltan los ginecólogos que creen las afectadas «exageran» su dolor y que lo que deben hacer es «aguantarse por ser mujer», que «es lo que toca».
Pero la realidad es que a muchas les resta calidad de vida de una forma considerable, llegando a incapacitarlas para trabajar o llevar una vida con normalidad.
Por todo ello, esta mujer, en colaboración con la Asociación Estatal de Afectadas de Endometriosis (ADAEC), ha iniciado una campaña de recogida de firmas en el portal Change.org, que hasta el momento ha recabado más de 170.000 apoyos, demandando al Ministerio de Sanidad que cree un Plan Nacional sobre Endometriosis, que contribuya, entre otros, a la especialización de los profesionales, y a dotar de ayudas para adquirir los medicamentos que palían los dolores.