María Ferrer es una mujer valenciana de 43 años. A los 42 le detectaron un cáncer de mama gracias a una revisión que decidió hacerse por su cuenta en una clínica privada, ya que la Seguridad Social no empieza con este tipo de revisiones hasta los 45 años.
«Quizás, si no hubiera pagado por esa revisión, no habría llegado con vida a los 45. Cada vez más oncólogos se encuentran con casos de chicas entre 35 y 40 años con cáncer de mama», explica Ferrer, quien además de librar su batalla contra la enfermedad ha decidido librar una más: la de que se facilite la detección precoz a mujeres a partir de los 30 años en caso de que tengan antecedentes familiares.
Su propuesta, dirigida a la conselleria valenciana y el Ministerio de Sanidad, es que la primera mamografía se realice a través de la Seguridad Social a partir de los 30 años cada dos , y una vez cumplidos los 45 años, hacerlo de forma anual con un 'screening' a medida.
«No voy a parar en esta lucha. Todos tenemos o hijas, o hermanas, o amigas o madres que mañana les puede pasar lo mismo. Un diagnóstico precoz es la mejor solución para luchar contra el cáncer», afirma la propulsora de esta acción, que ha sido secundada en estos momentos por más de 100.000 personas en la plataforma Change.org.