Un ventilador industrial y un perro, o cualquier tipo de animal doméstico mediano. No se necesita más para convertirse en el peor azote de los molestos mosquitos y para eliminarlos a millares, según ha plasmado en un vídeo Dan Rojas, quien asegura que en dos noches mató a 8.000 de estos insectos voladores.
El proceso es bastante sencillo, y se inicia situando un ventilador a cada lado de la jaula donde duerme su can. Los mosquitos se sienten atraídos por el dióxido de carbono que el animal exala al respirar, pero se ven atrapados en la corriente de aire. Además, coloca mallas en cada uno de los ventiladores y los rocía con alcohol de frotamiento mezclado con agua.
Este hombre usa esa sustancia en concreto porque una vez muertos los ofrece a otros animales que se les comen, y al evaporarse su rastro se pierde y los mosquitos resultan inocuos. Si usara algún otro tipo de producto químico podría intoxicarlos, añade.
Este tipo de métodos pueden ser muy útiles en zonas tropicales, donde los mosquitos transmiten enfermedades como el zika, la malaria o el dengue.