El actor y presentador de televisión Arturo Valls se ha convertido en las últimas horas en objeto de comentarios en redes tras declarar en los Premios Goya, marcados en esta edición por la exigencia de mayor presencia femenina en la industria, que, en su opinión, este no era el marco para ello.
«Creo que no es una noche para reivindicar, me gustaría que se hablara más de cine y de los problemas que tiene; no me parece que sea el escaparate para tratar otros temas, sino que habría que hablar de lo que cuesta producir una película en España, pero no marear con otros temas, porque se desvirtúan los mensajes», dijo en la alfombra roja de los galardones.
Mientras algunas voces, femeninas algunas de ellas, suscriben las palabras del artista valenciano, quien consideró que «hay otros sitios para reivindicar», son muchas otros los que arremeten contra su mensaje por «hacer de altavoz al machismo».
«Hablemos pues de uno de los problemas del cine, sr @ArturoValls: que no tiene los suficientes exponentes femeninos ni en dirección, guion ni actuación como para poder expresar y plasmar fidedignamente las visiones y vivencias de ese 50% de la población que somos las mujeres», replica otro comentario.
La noche del cine español celebró anoche las reivindicaciones feministas de las mujeres con abanicos de color rojo donde se pedían «#MASMUJERES» en las películas y zapatos planos contra «la tiranía de los tacones», que lucieron actrices como Maribel Verdú, Leticia Dolera e Itziar Castro.
Según el informe anual elaborado por la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA) sobre los 154 largometrajes presentados a las nominaciones de los 31 Premios Goya, el 74 % de los hombres ocupa puestos de responsabilidad en el cine frente al 26 % de mujeres.
«De los 135 nominados solo 30 son mujeres y, de esas, casi la mitad están nominadas como actrices», lamentó durante la gala la actriz Pepa Charro, conocida como La Terremoto de Alcorcón.
Diseño de vestuario y maquillaje y peluquería, con el 83 % y el 75 %, respectivamente, son los oficios cinematográficos más copados por mujeres, frente a la casi nula presencia en dirección de fotografía (2 %), efectos especiales (3 %), sonido (7 %) o composición musical (8 %).