Sebas es un chico normal, aparentemente corriente salvo por su faceta de 'influencer' literario en Youtube. Este joven de gafas, que habla de libros en sus vídeos, ha obtenido una considerable relevancia en Twitter al contar a toda la comunidad una de esas historias de ficción con visos de realidad que algunos como Manuel Bartual han puesto tan de moda.
Todo empezó cuando el madrileño contó que se había quedado encerrado, concretamente en el Bulevar Carrefour de Getafe Norte, cuando este bajó las barreras.
Tras algunos mensajes la trama avanza. Sebas dice que no está completamente, a oscuras, «se van apagando zonas y me voy moviendo, y tampoco está en silencio... pero no hay ni cristo». Entonces sucede esto:
No puede fallar el elemento de misterio. El chico, que antes había pedido ayuda a la propia compañía, recibe una respuesta, pero se indigna un poco con la misma.
A Sebas, con tanto vídeo, tuit y respuesta se le está agotando la batería. De modo que decide probar a cargar su terminal en la zona de telefonía móvil de la tienda, que para eso está en un gran supermercado. Sin embargo, pasó algo inesperado:
A colación de esto el 'community manager' de la cadena en España aprovecha para insertar su primer espacio de publicidad gratuita.
A partir de aquí la trama ya enfila su recta final, aunque todavía da algunas vueltas más. Sebas recibe una carta anónima de esas tan misteriosas que se realizan con recortes de revistas.
Recibe también unas cuantas indicaciones a través de un walki que no llevan a ningún lado y encuentra 200 euros en un cajero. Al final llega el final, y Sebas lo explica todo: «todo esto ha sido una dramatización, todo ha sido mentira, menos lo de las promociones».