Cristina Pedroche pasó por 'El Hormiguero' de Pablo Motos con un objetivo muy claro: crear 'hype' sobre el vestido que lucirá en las campanadas de Fin de Año 2018 que otra vez, por quinta consecutiva, presentará en Antena 3 la noche del 31 de diciembre.
El atuendo de Pedroche para una velada tan señalada ha sido un tema recurrente en los últimos años, desde que revolviera la escena televisiva y mediática en general con sus transparencias. A partir de aquí existe una especie de expectación generalizada por ver con qué idea nos sorprenderá esta vez, y la propia Pedroche se encargó de avivar ese interés.
Los expertos en marketing alertan de un riesgo del 'hype', y es que se tiende a sobrevalorar aquello que el consumidor -en este caso el televidente- va a recibir, con lo que satisfacer esas expectativas resulta a la postre más complicado.
El contenido de la entrevista a Pedroche no fue mucho más allá de este tema, aunque pese a ello fue lo más visto de la noche en horario de máxima audiencia. En realidad sí tocaron de forma superficial otras cuestiones accesorias de las que a menudo hace gala la presentadora madrileña en sus perfiles de redes sociales: su relación personal con el chef Dabiz Muñoz, o su afición por el yoga, especialmente.
Todo muy cercano y natural, aunque sus detractores, que no son pocos, hicieron ver que están ya un pelín cansados del universo Pedroche.
Cristina Pedroche no se deja minar por todas esas opiniones contrarias, y en sus respuestas enarboló un alegato de defensa de su forma de ser, lo que incluye su forma de vestir. De este modo afirmó ser «una mujer libre» que como tal «decide lo que ponerse cada día».
En este sentido arremetió contra los que la atacan por utilizar su figura y su imagen como un instrumento de trabajo más, un instrumento potente e importante en su vida profesional.
«Yo me considero sexy. Ser sexy no es cuestión de una transparencia ni de un escote ni de un nada. Yo puedo ir sexy con unos vaqueros. Es una cuestión de actitud», dijo Pedroche, en su entrevista con Pablo Motos.