Hay que tener una muy buena razón para aventurarse a saltar en paracaídas a la edad de 102 años y 194 días, e Irene O'Shea la tiene. Esta anciana australiana con un estado de salud envidiable ha realizado una proeza que le ha valido formar parte del libro Guiness de los récords como la paracaidista más veterana del mundo, batiendo el registro que ella misma ostentaba.
La mujer surcó el cielo a 220 km/h., adosada a su monitor y por una causa benéfica, aunque aseguró una vez en tierra que había pasado mucho frío, según recogen los medios locales.
De este modo tan llamativo la bisabuela aventurera quiso recaudar dinero para destinarlo a una organización benéfica que investiga la cura de la enfermedad de la neurona motora, una dolencia que hace una década le costó la vida a su hija a la edad de 67 años.
Como era de esperar, la historia de O'Shea ha dado la vuelta al mundo, y no es para menos.
Sin embargo no era la primera vez que la anciana mujer saltaba en paracaídas, pues ya lo hizo hace un par de años para celebrar que había alcanzado el centenario, y hace justo un año.