Según una encuesta realizada por la Organización de Ciencias de la Seguridad UL, un 60 % de las personas suele dormir con la puerta abierta, pero... ¿sabes que esta no es la mejor opción?
Un artículo de El Confidencial explica que tener la puerta cerrada «puede marcar la diferencia cuando se trata de escapar de un siniestro». Y es que, las viviendas ahora son mucho más grandes y tienen más habitaciones individuales, además están más conectadas entre sí. De este modo el fuego tiene menos obstáculos para propagarse y es más tóxico. Así, si cerramos las puertas se crea una barrera que da más seguridad.
Por otro lado, si la puerta está cerrada, en caso de incendio, la temperatura de la habitación será muy inferior (un máximo de 38º) a si está abierta (puede alcanzar más de 281 grados Celsius). Además, de este modo se evitará que entre el humo.
En resumen, dormir con la puerta cerrada «retrasa la propagación de las llamas, mejora los niveles de oxígeno y disminuye las temperaturas». Incluso se ha creado una campaña que busca mentalizar a las personas sobre la importancia de dormir con la puerta cerrada.
En el vídeo que acompaña a esta información se puede cómo afecta un incendio a una habitación que tiene la puerta abierta respecto a otra que la tiene cerrada.