Los reyes de Bélgica, Felipe y Matilde, han decidido que su primogénita y heredera al trono, la princesa Elisabeth, renuncie a la dotación estatal que le corresponde cobrar por su condición, que asciende a unos 920.000 euros al año.
La joven cumplirá 18 años el 25 de octubre, fecha en la que debería comenzar a cobrar la paga pero, durante los próximos años, no lo hará. Por lo visto, la familia real belga quiere que la heredera «se centre en sus estudios y tenga una vida 'normal' como cualquier joven», dentro de lo posible. Por ello, esperan que Elisabeth no cobre ese dinero público hasta que tome plenamente el cargo.
Aunque su padre sí que recibió esa cantidad cuando fue príncipe heredero, los reyes belgas quieren que su hija 'renuncie' a esa paga porque conlleva numerosas actividades de representación institucional que serían incompatibles con sus estudios.
La heredera cursa bachillerato en el Atlantic College de Galés y está previsto que continúe sus estudios en la universidad. Después se deberá formar en materia militar, como le corresponde al ser heredera al trono.