Bitcoin, la moneda digital más famosa del mundo, ha vuelto a alcanzar un nuevo techo histórico: este martes la criptomoneda ha llegado a valer 50.000 dólares. La divisa digital hoy ha vivido ganancias cercanas al 4% y máximos intradía que superan los 5.200 dólares. Se ha revalorizado un 30% desde los 38.600 que cotizaba el 8 de febrero y acumula más de un 73% de crecimiento en el año.
Su valor lleva disparado unas cuantas semanas, aunque sin duda el último golpe lo ha dado la compañía de coches de Elon Musk: Tesla anunció hace unos días que ha invertido 1.500 millones de dólares en Bitcoin y señaló su intención de comenzar a aceptar la criptomoneda como forma de pago “en un futuro cercano”.
Este respaldo de un gigante como Tesla le ha supuesto a la moneda digital la adoración y confianza de la industria financiera y empresarial.
Pero este movimiento no es algo repentino ni la compañía de Musk es el único actor responsable en esta dulce primavera del Bitcoin: en octubre del pasado año PayPal informó que permitiría el uso de criptomonedas en su plataforma. Desde entonces, la popularidad de estos activos no ha parado de crecer.
Poco después otro pez gordo se unió a la fiesta: BBVA dijo que permitiría a sus clientes la compraventa y custodia de bitcoins a partir de enero de 2021 vía su filial suiza. Algo que ahora ha anunciado el Bank of New York Mellon Corp., el banco más antiguo de Estados Unidos.
Por supuesto, está también toda la ‘homilía' de Musk hablando de las bondades de la moneda digital y el consiguiente efecto que ha tenido este discurso en sus millones de seguidores.
Sea como fuere, que el Bitcoin suba como la espuma no es algo casual y muchos expertos opinan que le vamos a seguir viendo disparado en su propio rally. El concepto clave es que la criptomoneda es como el oro, un bien escaso y, sobre todo, limitado. Esto implica que varios factores afecten a su crecimiento.
En primer lugar, lo más evidente es que cuando algo es escaso y su demanda crece, el precio sube. Asimismo, en los momentos de crisis -como la actual emergencia sanitaria-, este tipo de valor también aumenta. Y, por supuesto, el avance de la tecnología y del conocimiento tecnológico de la población también juega un papel fundamental, así como el alcance de las redes sociales y la difusión de información a través de Internet, dos canales que le hace de altavoz a la moneda digital.
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