Hay personas que prefieren optar directamente por un aire acondicionado en sus hogares, sobre todo, si se encuentran en lugares donde los veranos son muy calurosos. Sin embargo, este consume bastante energía, lo que se nota en la factura de luz, por lo que hay otras personas que se conforman únicamente con el ventilador.
Es cierto que el ventilador también gasta electricidad y, sin duda, el aire acondicionado es una opción mucho eficaz, ya que enfría el aire, mientras que el ventilador solamente lo mueve. Sin embargo, esta diferencia se paga.
Lógicamente, el esfuerzo de enfriar el aire, haciendo que este salga a una temperatura inferior a la ambiental, hace que el aire acondicionado consuma mucha más energía que un simple ventilador, que solamente debe mover sus asparas para abanicar el aire. Concretamente, el ventilador puede llegar a gastar hasta un 90% menos de energía, según Eltiempo.es.
Hay que tener en cuenta que en este dato va a influir mucho tanto el modelo de ventilador, como la temperatura a la que se ponga el aire acondicionado, así como el tiempo de uso que se le dé a cada aparato. Por ejemplo, los ventiladores de techo tienden a gastar más que los de pie.
En el caso del ventilador la única recomendación para ahorrar es no encenderlo cuando no se está dentro de la estancia y seguir unos consejos para refrescarse y soportar mejor el calor dentro de la casa. Sin embargo, con el aire acondicionado se pueden seguir muchos más consejos para ahorrar energía y dinero en el hogar.