El tramo final del recorrido de la antorcha olímpica en Tokio se llevará cabo en espacios cerrados al público para evitar posibles contagios de coronavirus, según anunciaron hoy las autoridades locales.
Tras pasar por las otras 46 prefecturas de Japón, el relevo de la antorcha olímpica llegará a la región de la capital el día 9 de julio, y recorrerá diferentes áreas de Tokio hasta el encendido del pebetero en el Estadio Olímpico el día 23 de ese mes. Sin embargo, las autoridades locales han decidido que entre el 9 y el 16 de julio el recorrido de la antorcha no transcurra por carreteras u otros espacios públicos sino en lugares de acceso restringido aún por definir.
El motivo de esta decisión son las medidas para prevenir contagios de coronavirus vigentes en la capital, que el pasado día 21 salió del estado de emergencia sanitaria pero mantuvo otras restricciones que afectan sobre todo a negocios como bares y restaurantes.
El Gobierno Metropolitano de Tokio señaló este martes que anunciará más adelante el formato elegido para el citado tramo de la antorcha, así como para los últimos días del relevo antes del encendido del pebetero durante la ceremonia de inauguración.
La situación de la pandemia ya ha obligado a muchas de las otras prefecturas niponas por las que ha pasado el relevo a restringir el recorrido o realizarlo de forma completamente cerrada al público en espacios como parques, lo que ha privado al evento de su habitual vistosidad y ambiente festivo.
Los organizadores han decidido seguir adelante con los Juegos pese a la pandemia y celebrarlos con un formato burbuja, caracterizado por una estrecha vigilancia del estado de salud todos los participantes extranjeros y por férreas restricciones de sus movimientos.
Los anfitriones también optaron por vetar la entrada de visitantes foráneos al país durante los Juegos, así como por permitir el acceso de público local a las competiciones olímpicas aunque con un límite de 10.000 espectadores.
Además, el Gobierno de Tokio anunció recientemente la cancelación de todos los espacios públicos donde iban a instalarse pantallas gigantes y zonas para que los aficionados locales pudieran seguir los eventos en vivo.