La tendencia es imparable. Poco a poco los españoles se suscriben a más plataformas audiovisuales de pago y todavía quedan nuevas por venir como HBO Max o Paramount+. En España cada hogar tiene acceso a 2,7 plataformas de pago de vídeo (también conocidas como OTT, Over The Top), un 0,1 más que el trimestre anterior, según el último informe de la consultora Barlovento Comunicación.
El reinado sigue siendo para Netflix con un 58,3% de población con acceso a la plataforma, seguida de Prime Video (53,7%), HBO (22,8%), y Disney+ (19,5%). Por tanto, nos encontramos ante un panorama con una oferta hiperbólica, desmesurada, inabarcable y que pasa a ser insostenible para el presupuesto de un hogar.
En este contexto, hasta el momento, muchos ciudadanos disfrutan de varios servicios de pago porque pagan el paquete más caro que permite compartir el consumo con varios dispositivos de manera simultánea: Netflix deja 4 dispositivos en su tarifa más costosa. Esta práctica se extiende a todas las plataformas de vídeo y también a las de música, pero advierten en sus términos y condiciones que las contraseñas "no se pueden compartir con individuos fuera de tu hogar" o que "las 6 cuentas Premium de Spotify son para familiares que vivan bajo el mismo techo".
En marzo de 2021 Netflix puso a prueba un sistema para detectar a los usuarios que no convivían en el mismo hogar. Pero, por el momento, se ha dejado de perseguir a los que incumplen las reglas. Esta decisión coincide con los 400 000 suscriptores que ha perdido Netflix en Estados Unidos y Canadá el primer trimestre de 2021.
Si Netflix decide deshacerse de las personas que comparten contraseñas se enfrenta a una posible reacción negativa por parte de sus usuarios, que podrían darle un portazo para siempre y quedarse en otras plataformas.
Mientras esta práctica no es perseguida, ya existen webs que facilitan el intercambio de contraseñas: por ejemplo, Together Price asegura que ya han creado una comunidad de un millón de personas compartiendo contraseñas de HBO, Netflix, Youtube Music o incluso de Dropbox.
Nos enfrentamos ante un futuro a medio plazo apasionante, donde los hogares están dispuestos a gastar un máximo de dinero para acceder a plataformas que generan contenidos inabarcables. El objetivo de las OTT "tradicionales" es retener, retener y retener a usuarios mientras las nuevas intentarán crecer, crecer y crecer.
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.