Mejorar la salud está dentro de los propósitos de la mayoría de las personas en septiembre. La vuelta a la rutina motiva a cambiar los hábitos de alimentación y deporte.
Mejorar la dieta, aumentar los días en los que se realiza ejercicio, apuntarse al gimnasio, dejar los malos hábitos... Son algunos de los planteamientos más habituales.
Pese a que, en un principio, todo el mundo afronta este tipo de reto con muchas ganas, la vorágine del día a día acaba haciendo que la ilusión decaiga.
Otras personas se alejan de estas pretensiones y se plantean un cambio de vida. "Ser mejor persona", "tener novio", "disfrutar", "bailar".
Sean cuales sean, tan solo uno de cada cinco de los propósitos que nos planteamos a la vuelta de vacaciones se cumple al llegar el mes de octubre.