Álvaro Morte se ha convertido en uno de los actores más conocidos de nuestro país gracias a su papel de 'el profesor' en La casa de papel. El artista, que ahora se encuentra en un muy buen momento profesional, declaró hace unos días en la fiesta de Moët Chandon que ha pasado por momentos «muy malos», pero que siempre los ha afrontado con una actitud positiva: «Creo que lo inteligente en la vida es saber encontrar esas cosas por las que brindar y yo tengo muchas».
Cuando solo tenía 30 años, el gaditano tuvo que luchar contra un tumor cancerígeno en el muslo izquierdo: «Creo que cada uno se puede enfrentar a esta enfermedad como quiera, como pueda y como su cabeza se lo permita. Pero sí, en aquel momento, a mí me ayudó tener una actitud más feliz, por decirlo de alguna forma». Esta enfermedad, tal y como aseguró en el evento celebrado en el Teatro Real de Madrid, le ha ayudado a afrontar los problemas de otra forma: «Yo tengo muchísimo por celebrar. Soy una persona muy optimista y siempre he intentado ver el lado positivo de las cosas y de la vida».
Esta no es la primera vez que Álvaro habla sobre el cáncer que sufrió hace más de una década. En Cocktail explicó que lo peor para él fue «sentirse enfermo». «Al principio creía que me iba a morir, que me cortaban la pierna…Y no ha pasado nada. Pero en ese tiempo pensaba: si me muero dentro de tres meses, ¿puedo hacerlo tranquilo? ¿He respetado a la gente que me rodea y que me quiere? ¿He sido fiel a mis principios?», indicó en la citada revista.
Álvaro es todo un enamorado de Mallorca y precisamente escogió este verano la Isla para desconectar junto a su mujer, Blanca Clemente, y sus dos hijos: los mellizos León y Julieta. La familia se relajó en Puerto Portals, donde reside la madre del intérprete, y recorrió las calles del centro de Palma. El actor es un habitual de las Islas Baleares y en otras ocasiones ya se le ha podido ver disfrutando de la gastronomía, los paisajes y las playas de la Isla.