Los Oscar 2023 están a la vuelta de la esquina. La ceremonia más esperada del año en lo que respecta al mundo del cine llenará de glamour el Dolby Theatre de Los Ángeles este domingo. El 12 de marzo es el día elegido para entregar los premios de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas. Además de premiar las mejores películas del año, hay otras categorías destacadas, como las de los mejores intérpretes. A lo largo de la historia, el trofeo ha estado en manos de numerosos actores. ¿Pero quiénes son los intérpretes que más veces han subido al escenario a recoger la ansiada estatuilla dorada de la Academia?
El intérprete más premiado de la historia tiene nombre de mujer pero, curiosamente, jamás acudió a recogerlo. Se trata de la histórica Katharine Hepburn, que recibió cuatro premios a la mejor actriz. Entre la primera estatuilla y la última pasaron casi 50 años. Ahí es nada. Además, hasta el año 2003 también tenía el récord del intérprete con más nominaciones a los Oscar, 12 en total, cuando Meryl Streep la superó. Ganó el Oscar por Gloria de un día (1933), Adivina quién viene a cenar esta noche (1967), El león en invierno (1968) y En el estanque dorado (1981).
Fue nominada por Sueños de juventud, en 1936; Historias de Philadephia, en 1941; La mujer del año, en 1943; La reina de África, en 1952; Locuras de verano, en 1956; El farsante, en 1957; De repente, el último verano, en 1959; y Larga jornada hacia la noche, en 1962. La única vez que acudió a la gala fue en abril de 1974, cuando aceptó presentar el premio honorífico al productor Lawrence Weingarten, uno de sus mejores amigos. Su presencia, así como sus palabras (empezó con un concreto «soy la prueba viviente de que una persona puede esperar 41 años para ser generosa») pasaron a la historia.
Con tres Oscar nos encontramos con la veterana Meryl Streep, una de las actrices más prestigiosas y premiadas de Hollywood. Comenzó su carrera en 1978 con la oscarizada El cazador, optando al premio como actriz de reparto. A día de hoy es la intérprete con más nominaciones a los premios de la Academia. Ha optado hasta 21 veces al Oscar y lo ha ganado en tres ocasiones: como actriz de reparto en 1979 por Kramer contra Kramer; en 1982 como actriz protagonista por La decisión de Sophie; y en 2011 por La dama de hierro, en la que interpretaba a Margareth Tatcher.
Streep ha logrado, además, candidaturas a los Oscar por El Cazador (1978); La mujer del teniente francés (1981); Silkwood (1983); Memorias de África (1985); Tallo de hierro (1987); Un grito en la oscuridad (1988); Postales desde el filo (1990); Los puentes de Madison (1995); Cosas que importan (1998); Música del corazón (1999); Adaptation (2002); El diablo viste de Prada (2006); La duda (2008); Julie y Julia (2009); Agosto (2013); Into the woods (2014); Florence Foster Jenkins (2016); y Los archivos del Pentágono (2017).
Frances McDormand es la otra actriz con más premios acumulados, tres como mejor actriz protagonista y uno como productora a la mejor película del año. En su impecable carrera acumula 8 candidaturas a los premios, 5 como actriz y dos por su labor como productora. Así, ha ganado el Oscar en 1996 por Fargo; Tres anuncios en las afueras (2018); y en 2021 volvió a vencer por partida doble, como actriz protagonista y productora por Nomadland. Además, McDormand ha sido candidata por Arde Mississippi (1987), Casi famosos (2001), En tierra de hombres (2006) y este año como opta como productora de la película Ellas hablan.
La famosa actriz sueca Ingrid Bergman es también una de las más reconocidos en la historia de los premios de la Academia. Ganó en su dilatada carrera tres estatuillas, dos como actriz protagonista, gracias a Luz que agoniza (1945) y Anastasia (1957), y uno como actriz de reparto con Asesinato en el Orient Express (1974). No está nada mala para una actriz que fue 'expulsada' de Hollywood cuando salió a la luz su romance con el director italiano Roberto Rossellini, y ella decidiera abandonar a su marido e hijos y mudarse a Italia con el realizador.
La inolvidable protagonista de Casablanca, por la que no estuvo nominada a los premios, optó al Oscar en cuatro ocasiones más: Por quién doblan las campanas (1943); Las campanas de Santa María (1945); Juana de Arco (1948); y Sonata de otoño (1978).
El carismático y famoso actor Jack Nicholson se ha llevado a casa un total de tres estatuillas, dos en la categoría de mejor actor, por Alguien voló sobre el nido del cuco (1975) y Mejor… imposible (1997), y uno en la categoría de mejor actor de reparto por La fuerza del cariño (1983). Después de Streep y junto a Katherine Hepburn, es el actor que más veces ha estado nominado (12 veces).
Ha estado nominado a los premios de la Academia por Easy Rider. Buscando mi destino (1969); Mi vida es mi vida (1970); El último deber (1973); Chinatown (1974); Rojos (1981); El honor de los Prizzi (1985); Tallo de hierro (1987); Algunos hombres buenos (1993); y A propósito de Schmidt (2002).
A pesar de llevar diez años prácticamente retirado del mundo de la interpretación, el actor sigue siendo noticia y está en el foco de los medios. Su vida personal siempre ha sido de gran interés por salirse de los estándares de lo común.
Daniel Day-Lewis es el otro actor con más estatuillas al mejor actor en la historia de los galardones de la Academia. En total se ha llevado tres Oscar a casa por las películas Mi pie izquierdo (1989), Pozos de ambición (2007) y Lincoln (2012). Ha optado al Oscar en tres ocasiones más: En el nombre del padre (1993); Gangster de NY (2002); y El hilo invisible (2018).
Curiosamente, en 2018 anunció su retiro de la actuación. Sin duda, una buena manera de despedirse del cine, con una nominación. Veremos si es un retiro definitivo, porque en varias ocasiones se ha apartado de la gran pantalla para volver posteriormente.
Finalmente, Walter Brennan ganó ganado en tres ocasiones el Oscar a mejor actor de reparto por su papel en las películas Rivales (1935), Kentucky (1938) y El forastero (1940). Empezó en el cine mudo, como especialista en acciones de riesgo, en 1923, y su primer papel fue en 1927, perdiendo sus dientes en 1932 como consecuencia de un accidente. No pareció afectarle, e hizo de la necesidad virtud: sin ellos, su voz cascada, su ductilidad y el desgarbo de su figura le situaron desde los treinta en la cima de Hollywood.
Trabajó con los mejores directores americanos, desde Howard Hawks hasta Frank Capra, pasando por Fritz Lang, Henry King, John Ford, Raoul Walsh o Anthony Mann.