Silvia Bronchalo, madre de Daniel Sancho, acusado en Tailandia por el asesinato y descuartizamiento de Edwin Arrieta, acudía este viernes por segundo día a la cárcel de Koh Samui acompañada por el personal de la Embajada española en el país. La situación de su encuentro con su hijo Daniel Sancho fue similar los dos días, acudió en taxi y acompañada por el personal diplomático español.
A la salida de la prisión, con gafas de sol y bastante serena, quiso hacer las primeras declaraciones ante los periodistas que se encontraban esperándola fuera. Tras agradecer el interés por el caso, expuso la empatía que habían tenido los reporteros con ella el día anterior y que no la presionasen a hablar hasta que no estuviese preparada. «Para mí ha sido muy difícil. Daniel está bastante mejor, está tranquilo, lo están tratando muy bien, y a la espera de que se resuelva».
La madre de Daniel Sancho quiso recalcar que no estaba preparada para enfrentarse a los sucesos, «nadie se espera una cosa así, nadie está preparado para recibir una noticia así. No nos prepara nadie para esto». También añadió que estaba más calmado que al principio, «lleva diez días, está bastante mejor dentro de lo que cabe». Ante las preguntas de los periodistas sobre el estado de Daniel, respondió que se alegraba mucho de verla igual que ella a él. El encuentro se había realizado a través de un cristal, como la primera vez, sin tocarse y por teléfono, y con una duración máxima de 20 minutos.
Tanto a la entrada como a la salida de las visitas al centro penitenciario, Silvia estuvo acompañada en todo momento por Vicente Cacho, encargado de negocio de la Embajada española en Tailandia, quien declaró que las visitas vis a vis en prisión no estaban permitidas, «a día de hoy en esta prisión no es posible».