La presidenta del Congreso, Francina Armengol, ha sido una de las autoridades presentes en el acto en el que la actriz estadounidense Meryl Streep ha formalizado su ingreso en las páginas de oro de los Premios Princesa de Asturias. Armengol ha utilizado las redes sociales para felicitar al Principado. «Enhorabuena, Asturias, por ser tan especiales, por ser tan acogedores y por premiar como nadie en el mundo el talento, el esfuerzo y la solidaridad que hacen mejor nuestro planeta. ¡Por muchos años!» ha escrito la balear.
Meryl Streep causó sensación en Asturias ya en la jornada precedente. Ante las gaitas que la recibieron la artista de fama mundial no dudó en bailar, un gesto aplaudido por muchos y viralizado en las redes sociales. Este viernes la intérprete neoyorquina se desenvolvió en una interpretación en el papel de vencedora del galardón de las Artes que ha hipnotizado al millar de asistentes al Teatro Campoamor de Oviedo. Acostumbrada al éxito por una carrera que la ha encumbrado como una leyenda cinematográfica, Streep, de 74 años, ha vuelto a recorrer la alfombra de las estrellas del cine. Esta vez de color azul y no para recibir alguno de los tres óscar que atesora, sino el diploma de la Fundación Princesa de Asturias por el que se ha confesado «muy orgullosa».
«Como he representado a personajes extraordinarios, ahora me toman por una de ellas», ha bromeado la estrella de Hollywood al aludir a algunos de sus papeles inolvidables, como los de «Memorias de África», «Kramer contra Kramer», «Los puentes de Madison» o «La dama de hierro». Con la sencillez exhibida durante su estancia en Oviedo y sus gafas de pasta, Streep se ha mostrado honrada de pasar a ser una más de «las voces de muchos héroes» del siglo XX y XXI que han sido reconocidos con los premios que concede la Fundación Princesa de Asturias.
La veterana actriz se une a otros iconos del cine como Elisabeth Taylor, Woody Allen o Martin Scorsese, y en otros campos, a Nelson Mandela, Yaser Arafat e Isaac Rabin o los inventores de la vacuna contra la covid-19. También a Haruki Murakami, si bien el introvertido escritor japonés ha roto la tradición de que el ganador de las Letras tome la palabra en la ceremonia.
Con los ojos cerrados, Murakami ha sido uno de los que ha sentido la pasión del monólogo de Streep, quien ha reivindicado «el don de la empatía» como antídoto ante un mundo «cada vez más hostil y volátil». Tampoco ha perdido detalle de las palabras cautivadoras de Streep la princesa Leonor, otro de los focos de atracción de la que ha sido su quinta ceremonia en Oviedo en puertas de cumplir 18 años y tras el eco que ha tenido su estreno militar. «Hoy están presentes sobre este escenario personas con las que aspiro a sentirme identificada», ha enfatizado la heredera al trono ante los méritos que acumulan los galardonados.