El Arzobispado de Toledo ha mostrado su tajante rechazo en referencia a las declaraciones de varios sacerdotes que en una tertulia online han asegurado haber rezado mucho para que el Papa «pueda ir al cielo cuanto antes», y ha avisado que no se excluyen medidas de corrección por estos hechos. En un comunicado recogido por Europa Press, el Arzobispado ha informado que se ha comunicado con los sacerdotes instándoles a pedir perdón por unas declaraciones que «lesionan la comunión de la Iglesia y escandalizan al Pueblo de Dios» matizando al mismo tiempo que la entidad no se responsabiliza «en absoluto» de estas palabras. La Cadena Ser ha recuperado parte de la tertulia, que ha sido borrada de las plataformas digitales en las que se alojó.
«No representa en modo alguno la línea de comunicación de esta Iglesia particular. Reiteramos y ratificamos las llamadas a la comunición efectiva y afectiva con el sucesor de Pedro», recoge el texto. En este sentido, el Arzobispado ha insistido en que «no se excluyen otras medidas de corrección respecto de aquellos que están llamados a ser ministros de Cristo», y han agradecido el trabajo y la dedicación del presbiterio diocesano «para promover la comunición y el afecto al sucesor de Pedro con el Pueblo santo de Dios que camina en Toledo».
El Papa Francisco, que en las últimas jornadas ha estado aquejado de una gripe que le ha impedido realizar algunas de sus tareas habituales, ha realizado una breve visita a un hospital de Roma para someterse a unos chequeos médicos este miércoles, pero poco después ha regresado al Vaticano. El pontífice, de 87 años, se sometió a controles en el hospital de la Isla Tiberina después de su audiencia general semanal. Imágenes de televisión mostraron un Fiat blanco matriculado en el Vaticano -un modelo que Francisco utiliza de manera habitual- saliendo del hospital en el centro de Roma.
Francisco se había saltado antes la lectura en su audiencia semanal de los miércoles, delegando la tarea en un asistente y diciendo a los fieles que todavía no se encontraba bien. El Papa, que ha tenido varios problemas de salud recientemente, había cancelado sus citas el sábado y el lunes anteriores debido a lo que el Vaticano llamó una gripe leve. Sin embargo, el pasado domingo se dirigió a la multitud en la Plaza de San Pedro con normalidad para pronunciar su mensaje del Ángelus.