SpaceX lanzó este jueves desde Boca Chica (Texas) la tercera prueba del Starship -la nave más grande y más poderosa del mundo que busca alcanzar el espacio exterior- después de dos intentos fallidos realizados en abril y noviembre de 2023, que terminaron en explosiones. El crítico despegue, que se llevó a cabo pasadas las 8.20 hora local (13.20 GMT), ha sido exitoso y estuvo a punto de completar la totalidad del vuelo de prueba en su tercer intento, llegando más lejos a través de un modo crucero en órbita baja, pero quedó destruido en su reingreso a la atmósfera.
La idea era que la parte del cohete amerizara en el Océano Pacífico unos 90 minutos después del lanzamiento, aunque la pérdida de la nave espacial al final del tercer vuelo no empaña el logro. Estas pruebas preparan el terreno de Estados Unidos para regresar a la Luna, previsiblemente en 2026, y aceleran el camino para llegar a Marte.
Durante el lanzamiento ha habido pérdida de comunicaciones como era previsible y según SpaceX, el propulsor del cohete, conocido como Raptor, ha entrado en «una fase costera», lo que podría ser una señal de que ya aterrizó. La empresa de Elon Musk, que ha catalogado de aprendizaje los dos lanzamientos anteriores pese a los reveses, necesitó la aprobación de la gubernamental Administración Federal de Aviación (FAA, en inglés) para el nuevo intento.
La FAA señaló el miércoles que SpaceX «cumplió con todos los requisitos de seguridad, medio ambiente, políticas y responsabilidad financiera». En abril pasado, las dos etapas del Starship no lograron separarse y los controladores de la misión activaron un sistema de emergencia que hizo explotar el cohete de manera intencional unos cuatro minutos después del lanzamiento. La segunda prueba, que también acabó con una explosión, no obstante fue más exitosa, ya que ambas etapas se separaron y SpaceX «logró una serie de hitos importantes y proporcionó datos invaluables para continuar desarrollando rápidamente Starship», según explicó la compañía.
En esta ocasión SpaceX prevé mejoras en la apertura y cierre de la puerta de la nave espacial, la transferencia de combustible durante el vuelo y el amerizaje en el Océano Índico. Minutos antes del lanzamiento Musk, hizo una sorpresiva aparición en Boca Chica para hacer una llamada al público presente y a quienes seguían por internet la transmisión a realizar donaciones a través de un programa de inversiones con criptomonedas para hacer «accesible a todos» los viajes espaciales en un futuro. Subrayó que se trata de una iniciativa para «democratizar» la exploración espacial y ofreció duplicar la inversión que se haga en bitcoin a aquellos que participen en dicho programa de donaciones.