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El inexplicable caso de Eduardo, muerto y enterrado sin que lo supiese la familia

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Eduardo Jiménez Rolando, un hombre de 64 años desaparecido en Málaga, ha sido localizado ya muerto y enterrado en un cementerio de la provincia. Según han comentado sus familiares, llevaba sin dar señales de vida desde el 26 de febrero, y fue el martes 12 de marzo cuando descubrieron que se le había dado sepultura sin su conocimiento. "Esto tiene que aclararse, y vamos a llegar al final de la situación", inciden indignados.

"Nos tienen de oca en oca y en ningún lado saben nada", declara Milagros. Ella es nuera de Manoli, hermana del difunto, y se pregunta cómo ha sido posible que no se les haya entregado un informe que confirmase el fallecimiento del hombre. "Ha sido un fallo, no sé de quién, pero de alguien", precisa, tras añadir que "es una burrada" que la Policía no les comunicase que Eduardo estaba muerto y criticar que se enterasen de ello por un ambulatorio.

Según relata a 20minutos, la familia descubrió que Eduardo había fallecido diez días después del entierro, que tuvo lugar el 2 de marzo. Al día siguiente de conocer la noticia, Manoli se trasladó a dependencias judiciales donde "no sabían nada", y tras ello fue al cementerio. Uno de los trabajadores le confirmó que su hermano estaba enterrado allí, facilitándole "un escrito con el número de nicho". "No han hecho autopsia de nada. ¿Quién me dice a mí que el que está ahí dentro es él?", se pregunta Milagros.

La desaparición

Tal y como acaecieron los hechos, el 26 de febrero Eduardo había quedado con su hermana, si bien nunca acudió a la cita. Días después, el 6 de marzo, Manoli recibió una llamada del ambulatorio para confirmar una cita médica para su hermano. Según afirma Milagros, se dirigieron al centro para ver si él se presentaba. "Tenía que ir a las 12.00 horas y no apareció", declara.

Tras ese incidente, la familia decidió interponer una denuncia por desaparición el 8 de marzo, y la Policía Nacional inició las pesquisas para localizar a Eduardo. Al no obtener resultados durante el operativo de búsqueda, Manoli se trasladó al centro de salud, donde efectivamente comprobaron que el hombre había sido dado de baja de la Seguridad Social, y que "había fallecido el 29 de febrero". Según les ha explicado el Cuerpo, el hombre murió por causas naturales en un domicilio de Málaga en el que se estaba quedando.

"El mismo morador del inmueble comentó a la Policía que el fallecido le expuso que no tenía familia", expresa SOS Desaparecidos, que ha querido mostrar su compromiso con este caso redactando un escrito al Ministerio del Interior para "conocer el parte oficial de los hechos". "Desde ese momento, al tratarse de una muerte natural, la situación pasó a ser competencia de los Asuntos Sociales", concreta la asociación.

"Que no vuelva a ocurrir"

SOS Desaparecidos se ha volcado con los parientes del fallecido y ha pedido al Centro Nacional de Desaparecidos (CNDES) y a Interior que tomen "medidas para que este suceso no se repita". "Forma parte de nuestro compromiso no solo con los familiares, sino también con la sociedad y con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado", manifiesta la organización sobre un suceso que les resulta inexplicable.

Preguntado por 20minutos sobre esta situación, el departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska no confirma que les haya llegado el escrito, si bien afirman que "la actuación policial ha sido correcta, y se ajustó en todo momento al protocolo en materia de personas desaparecidas". Tras ello, añade que, al tratarse de una muerte no violenta, "las autoridades competentes siguieron el procedimiento requerido en estos casos, que no implica la actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado".

El citado protocolo obliga a la autoridad judicial pertinente a notificar a los familiares cuando hallan un cuerpo. En este caso, según la asociación, los agentes "hicieron gestiones in situ" para localizar a los parientes de Eduardo, aunque "resultaron infructuosas". Preguntada al respecto, Milagros dice que todo esto le "parece muy raro". "Tenía contacto con todos nosotros, y llevaba el número de teléfono de su hermana en la cartera", asegura.

Este diario ha intentado ponerse en contacto también con la Policía Nacional, sin obtener respuesta. Tampoco ha hecho ningún comentario el cementerio Parcemasa, donde Eduardo está enterrado. Ahora la familia busca la verdad de lo que sucedió. "No nos podemos conformar con esto", proclama Milagros. "Hay muchos desaparecidos, y seguro que ahora la gente se pregunta si este podría ser también su situación", indica, para concluir con su deseo de "dar voz al caso y que se aclare para que no le vuelva a pasar a nadie más".

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