La presidenta del Govern, Marga Prohens, ha afirmado este martes que si el sector hotelero planteaba recientemente que «había margen para subir precios» también debe haberlo para incrementar en verano el impuesto a los turistas con el fin de contener el flujo de visitantes.
Prohens ha replicado así, sin aludir directamente a sus críticas, a los reproches de representantes de la patronal turística después de que el 2 de octubre anunciara que el Govern balear aumentará el impuesto de turismo sostenible, conocido como ecotasa, en los meses de junio, julio y agosto. En respuesta a preguntas de portavoces de la oposición en el pleno del Parlament, la presidenta ha incidido en que «hay margen para un incremento», pero ha evitado concretar en qué medida se encarecerá el impuesto porque tratará de que la subida sea fruto del acuerdo en las mesas que ha convocado para debatir medidas contra la masificación turística.
Ha incidido en que, además, también anunció que se compensaría mediante una deducción fiscal específica el pago de la ecotasa por parte de residentes en el archipiélago cuando hacen uso de alojamientos turísticos. Prohens ha criticado a la izquierda por no eximir del pago de la ecotasa a los residentes cuando pudo hacerlo durante las dos pasadas legislatura y también por emplear la recaudación del impuesto para medidas ajenas al turismo y la protección del medio ambiente. «Ahora el impuesto sí es finalista», ha remarcado.
El líder de Més per Mallorca, Lluís Apesteguia, ha reprochado a la jefa del ejecutivo su indefinición sobre la cuantía en que subirá el impuesto turístico, ha rechazado la bajada en diciembre, enero y febrero anunciada por la presidenta y ha defendido que suba un 100 % durante todo el año. Cristina Gómez, la diputada de Unidas Podemos, ha sostenido que Prohens «ha reculado clarísimamente» tras las críticas de los hoteleros, y ha recordado que la ecotasa no se diseñó para regular los flujos turísticos.
En la misma línea se ha expresado el diputado socialista Marc Pons en una pregunta dirigida al conseller de Economía, Toni Costa, a quien ha planteado cuánto habría que subir el impuesto si los precios de los hoteles aumentan cada año en torno a un 10 % y los establecimientos continúan llenos en temporada alta. Costa ha pedido a Pons que aclare si dispone de algún estudio que acredite que el impuesto de turismo sostenible no sirve para regular los flujos turísticos.