El uso del 'smartphone' se ha generalizado entre las personas de todas las edades, que cada vez recurren más a Internet para realizar tareas cotidianas, pero esta inmesion digital no está exenta de riesgos, y tanto niños como adultos deben conocer para que sus respectivas experiencias sean seguras.
Este martes 7 de febrero se celebra el Día de la Internet Segura, una fecha promovida por la red europea INSAFE de centros de seguridad en Internet y respaldada por la Comisión Europea, en la que se busca concienciar sobre el uso seguro y responsable de las nuevas tecnologías.
Este uso responsable y seguro depende de los conocimientos y de las necesidades que tenga la persona que se adentra en la Red, ya sea para estar al día de las últimas noticias, para comunicarse con amigos y familiares o para comprar.
Los niños y adolescentes, considerados ya nativos digitales, dominan las nuevas tecnologías desde bien pequeños, pero en muchas ocasiones carecen de una concienciación básica sobre los riesgos que pueden encontrar en Internet. En el polo contrario, y sin excluir al resto de personas adultas, los más mayores pueden tener problemas para unirse a las últimas corrientes tecnológicas.
Desde SPC recuerdan que la tecnología es una parte integral de la vida cotidiana y, al asegurarse de que todas las generaciones tengan acceso a ella, se creará una sociedad más inclusiva, conectada y segura, sin barreras generacionales.
En este sentido, y aunque según el Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI), siete de cada diez menores (69%) dispone de un 'smartphone', y el 98 por ciento de los niños y adolescentes españoles de entre 10 y 15 años han utilizado Internet de manera regular desde 2020, los jóvenes no se libran de caer en las estafas que circulan por la Red.
Las tiendas 'online' engañosas, los videojuegos fraudulentos, los ataques de 'phishing' -que buscan engañar simulando ser una marca conocida- y el correo no deseado son riesgos controlables que la juventud debe tener en cuenta.
Por ello se recomienda, siempre con ayuda de un adulto, verificar la 'url' del comercio 'online' antes de realizar una compra; recurrir a una tienda oficial de aplicaciones, como App Store o Play Store, para descargar un juego móvil; y leer con atención cualquier correo electrónico sospechoso.
Las redes sociales son las reinas de Internet para los adolescentes. Instagram y Tik Tok, por ejemplo, ofrecen un sinfín de oportunidades para explorar y disfrutar de contenido en un formato, el vídeo, que resulta natural para ellos.
Por ello, desde SPC recuerdan que es fundamental asegurarse de que los jóvenes sepan utilizar las redes sociales de manera responsable. En este sentido, existen los controles parentales, tanto en el equipo desde el que se conecten como en las redes sociales.
También es importante inculcar valores como la 'netiqueta' y el respeto a los demás, y advertir sobre los riesgos de revelar información personal en redes o compartir imágenes y archivos comprometedores, tanto suyos como de sus amigos.
Un elemento fundamental en la ciberseguridad es utilizar un 'software' antivirus, herramienta que no solo protege de los virus, sino también del 'malware' (programa malicioso) y otras amenazas. Por ello conviene mantener actualizado tanto el antivirus como el sistema operativo del dispositivo, y realizar análisis de forma regular, permite detectar y eliminar cualquier riesgo.
Pese a que empresas como Apple y Google caminan hacia un futuro sin contraseñas, con propuestas como la clave de acceso, estas siguen siendo importantes en la actualidad para proteger las cuentas personales en los servicios digitales.
Para que la experiencia en Internet sea segura, lo importante es que crear una contraseña única para servicio digital, y que sea fácil de recordar, aunque siempre se puede recurrir a la ayuda de un gestor de contraseñas. Y será más robusta que tiene al menos ocho caracteres y combina tanto letras en mayúscula y minúscula como números y signos.
Aunque todos estos consejos se dirigen en primer lugar a los más jóvenes, los usuarios sénior de Internet también pueden, y deben, tenerlos en cuenta. Y para paliar la brecha tecnológica generacional, los niños y adolescentes pueden convertirse en esta ocasión en «los profesores» de sus abuelos, y transmitirles su conocimiento nativo de la tecnología y su facilidad para adaptarse a nuevas herramientas digitales.
Los más mayores también pueden recurrir a dispositivos adaptados a sus necesidades, como los teléfonos con teclas de gran tamaño, e interfaz sencilla con iconos grandes, para facilitar el acceso a las nuevas tecnologías.