Ante la situación que se han encontrado muchas familias al abrir su cuenta de Netflix, se han generado miles de reacciones en las redes sociales en las que predominaba el desconocimiento y la incerteza que se han adueñado de los usuarios de la plataforma. Para solucionar el desconcierto, han lanzado un comunicado en su página web para justificar el cambio de funcionamiento y dejar claras las claves con las que ahora tendrán que convivir.
Los cambios actuales afectan a España, Nueva Zelanda, Canadá, y Portugal. Antes de llegar a nuestro país, se hizo una prueba piloto en Latinoamérica y que, a pesar de la pérdida de suscriptores, ya ha llegado a Europa. Con estas novedades aseguran que se intenta mejorar en «creación de grandes historias, contadas con series y películas de máxima calidad», afirman en su comunicado. Además, buscan «dar a los suscriptores un mayor control sobre quiénes pueden acceder a su cuenta».
Las principales novedades que promueve Netflix son las siguientes:
- Configuración de la ubicación principal: los perfiles asociados a la cuenta principal de Netflix tendrán que tener la misma dirección IP para poder reproducir sin problemas.
- Gestión de acceso y dispositivos de la cuenta: se crea una página para saber quién usa la cuenta y quién accede a ella en el portal ‘Gestionar el acceso y los dispositivos'.
- Transferencia de perfiles: cualquier persona que use su perfil, podrá trasladar los datos a su propia cuenta de pago y conservar sus recomendaciones personalizadas.
- Podrás seguir viendo Netflix de viaje: siempre podrá ver la plataforma en sus dispositivos personales o iniciar sesión en otro televisor.
- Añadir suscriptores extra: tanto los que están suscritos en los planes Estándar o Premium podrán añadir ‘subcuentas', para dos personas máximo, con las que no convivan. Estas alternativas tendrán un coste adicional de 6,99 € al mes por cuenta.
Con estas novedades, Netflix sigue su plan de renovación comercial en el mercado de las plataformas a nivel global, intentando relanzar económicamente una situación que empezó a caer tras la pandemia de Covid-19 y su falta de contenidos de calidad.